lunes, 16 de agosto de 2010

Muchos utilizan los medios de comunicación para el mal, porque a través de ellos también mucho pecado se transmite




DIOS PADRE OS HABLA

Habla Dios Padre,
Sobre: Vosotros estáis aquí en la Tierra para arreglar el mundo, sí Mis pequeños, para arreglar el mundo y esto
es a través de la oración.
Hijitos Míos, tenéis los medios de comunicación, a través de los cuales podéis ver la situación mundial.
Muchos utilizan los medios de comunicación para el mal, porque a través de ellos también mucho pecado se transmite. Pero vosotros, Mis pequeños, utilizad lo que veis en la televisión, lo que oís en el radio, lo que veis en el cine, lo que podéis ver en periódicos y revistas, lo que veis de bueno y malo, para cuando estáis
Conmigo en oración. Debéis buscar por las necesidades espirituales de vuestros hermanos alrededor de la Tierra.

Cuando vosotros veis lo que se está presentando en los programas de televisión, novelas, películas, etc., veis
la decadencia del hombre, la decadencia espiritual y ahí es donde vosotros debéis empezar a actuar
cristianamente. 

Mi Hijo tuvo que convivir entre los hombres, vio el pecado grave del hombre y vio también la virtud del hombre.
Vosotros, también, en estos tiempos podéis ver el pecado del hombre, al ver todos esos programas que os llevan
hacia el pecado, que os llevan a confundiros, que os llevan a perder la paz espiritual. Y ciertamente podréis ver
también otros programas en donde veréis lo que es bueno para el hombre y podréis también crecer en
espiritualidad. 

Tenéis el libre albedrío, podéis escoger lo bueno y podéis escoger lo malo. Obviamente, si estáis Conmigo,
buscaréis lo bueno y si llegáis a ver lo malo, vuestra posición es como la de Mi Hijo, oración, oración por
vuestros hermanos que viven en el mal y en el engaño de satanás. Mi Hijo, cuando vivió en la Tierra, pasaba
horas y horas de oración y era oración de intercesión por todos los pecados que Él podía ver a Su alrededor y
los que había en todo en mundo. Esa es ahora vuestra posición, Mis pequeños, no os deleitéis en el pecado. Si
realmente amáis de corazón, si realmente vivís en el Amor Verdadero, deberéis pedir por vuestros hermanos que
veis que han caído en el pecado, que viven en la maldad. Podéis ver en la televisión, en el cine, en los
periódicos y demás revistas cómo el pecado se ha difundido a todos niveles y por ello deberéis estar pidiendo
continuamente, vosotros estáis aquí en la Tierra para arreglar el mundo, sí Mis pequeños, para arreglar el
mundo y esto es a través de la oración. Ciertamente no os estoy pidiendo que salgáis a las calles a gritar que
se compongan todos, que vuelvan a la buena vida espiritual, os pido oración y ésta oración hecha con todos
vuestros hermanos, en la Comunión de los Santos, con ella podréis salvar y ganar muchas almas hacia el bien. 

Mis pequeños, no despreciéis la oración, no despreciéis el tiempo de la oración, os he dicho que de esto se os tomará en cuenta al momento en que regreséis a Mí: ¿Qué tanto hicisteis para que Mi Vida y Mi Amor se diera sobre la Tierra? ¿A cuántas almas salvasteis a través de vuestra donación y con la oración, oración de intercesión, para que se salvaran muchas, muchas almas que, engañosamente, satanás las había llevado a vivir en
la bajeza y en la maldad?

Si vosotros estáis realmente Conmigo, y habéis abierto vuestro corazón y vuestra mente a Mi llamado, entonces
entenderéis exactamente cuál es vuestra misión aquí en la Tierra, no estáis aquí solamente para pasar un
rato, un rato agradable, buscando solamente vuestro bien personal. Infinidad de hermanos vuestros viven con ésta
mentalidad, están perdiendo sus vidas por los engaños de satanás. No podéis vivir en el pecado, en la maldad
aprovechándoos de vuestros hermanos y de su buena fe, engañándolos y tomando de ellos sus recursos. ¡No!, Mis
pequeños, si realmente vivís en el Amor, estáis aquí para servir, no para que os sirvan, debéis buscar el bien
en el que deben vivir vuestros hermanos, pero empezando con vosotros mismos, cambiando vosotros mismos y dando un
buen ejemplo de vida y esto es difícil, porque debéis luchar contra vuestro propio “yo” y vuestro “yo”
siempre va a buscar la comodidad y va a buscar que los demás os sirvan y el servir es lo que os va a hacer llegar
al Reino de los Cielos.

Mi Hijo, siendo Dios Verdadero, Él bajó a servir a los hombres, Él ciertamente pudo haber pedido que se le
sirviera, puesto que Él es Dios Verdadero y no, Él se anonadó, se hizo pequeñito y se dio en servicio a los
demás, a tal grado que no lo respetaron, y lo asesinaron.

Mis pequeños, buscad el bien de vuestros hermanos, buscad el amor entre los hombres, vosotros debéis preparar el
terreno para que Mi Hijo regrese nuevamente en Su Segunda Venida a la Tierra. Pero para que esto suceda el hombre
tiene ya que vivir en el amor. El hombre tiene que haber dejado aparte todo aquello que es del mundo y tiene que
haber escogido ya lo que son los bienes verdaderos e imperecederos, que son los del Reino de los Cielos.



Os repito todo esto, Mis pequeños, porque fácilmente se os olvida y fácilmente regresáis a las cosas del mundo,
porque éstas son palpables, mientras todo lo que es Mío, es espiritual y por eso deberéis tener una gran Fe en
lo que os pido, para que lo que es espiritual y no podéis tocar, tarde o temprano, por vuestra Fe se realice el
milagro de la transformación del hombre y aquello que era impalpable, se vuelva palpable cuando venga el verdadero
cambio en el amor entre todos los hombres y eso depende de cada uno de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

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