martes, 17 de agosto de 2010

Me sacasteis de vuestro corazón y le disteis a satanás el reinado en vuestro corazón




MENSAJE DE ADVERTENCIA

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V. el 18 de Agosto de 2008 URGENTE Y SEVERO.

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V. 

Grandes luces veréis en lo alto de los cielos, os arrodillaréis ante ellas y ellas bajarán y habitarán entre
los hombres, pero esas luces, lejos de llevaros hacia Mí, os llevarán con su mentira.

(Lenguas…) Hijitos Míos, un gran Tesoro se os dio, Mi Presencia Divina entre vosotros, Alimento Divino se os
regaló y lo despreciasteis, Mis pequeños. Mi Presencia Divina caminó entre los hombres y Me habéis hecho a un
lado, como si cosa cualquiera hubiera pasado en vuestra historia. Vuestro corazón se ha vuelto a endurecer como el
del pueblo antiguo. Vuestro Dios caminó entre vosotros y os dejó un legado de Santidad, pero vosotros
preferisteis la inmundicia del mundo y la avivasteis. Fuisteis creados para ser lo más bello de la Creación y
vosotros mismos preferisteis la basura de satanás y os contaminasteis con ella. La santidad se creó para
vosotros, Yo os di ejemplo de Santidad y vosotros no quisisteis seguirla.

Así pues, como despreciasteis los grandes Tesoros que se os dieron, fuisteis como en la Parábola, ésas perlas
preciosas que se le dan a los puercos. Os di Mi Vida, os di Mi Presencia, Me di como Alimento Divino a vosotros y
quisisteis manteneros como puercos. Así, pues, Mis pequeños, sufriréis lo que escogisteis, tuvisteis Luz y
preferisteis las tinieblas. 

Escuchad pues, Mis pequeños, (Lenguas…) Grandes luces veréis en lo alto de los cielos, os arrodillaréis ante
ellas y ellas bajarán y habitarán entre los hombres, pero esas luces, lejos de llevaros hacia Mí, os llevarán
con su mentira a la muerte, a la muerte física y espiritual. Lloraréis vuestro error, Mis pequeños, porque
buscasteis luces que no eran y esas luces os traicionarán. Habitarán entre los hombres esas luces y os repito,
mentira es lo que os dirán, no tendréis la Luz Verdadera, porque la habéis despreciado y cuando os deis cuenta
de esas luces que vosotros aceptasteis en vuestra vida, os arrepentiréis y es cuando aclamaréis Mi Santo Nombre y
podréis así desecharlas de vuestra vida y de vuestro mundo.

Yo os participo todo esto, Mis pequeños, porque aún a pesar de vuestro pecado, de vuestra maldad, de vuestro
corazón putrefacto por el pecado, os sigo amando, porque os amo, porque Yo Me di por vosotros y Me sigo dando por
vosotros. El hombre en general es duro de cerviz, aprende solamente a los golpes por los errores cometidos, pero no
queréis aprender por la historia pasada de vuestros semejantes. Me habéis rechazado como el pueblo antiguo Me
rechazó, sufriréis entonces, como ellos también sufrieron. ¡Tanto os pudisteis haber ahorrado en dolor, Mis
pequeños!, si hubierais entendido a tiempo, pero habéis preferido el dolor a tener la Gloria del Cielo entre
vosotros. 

La paz se apartará de la Tierra, guerras crueles se sucederán una tras otra, los mares cubrirán vastas secciones
de la Tierra, terremotos indecibles moverán vuestro corazón duro hacia el arrepentimiento, iréis perdiendo todo
lo material y solo os cubrirán las estrellas del cielo. Sentiréis fuertemente en vuestro cuerpo, los rigores de
los climas alterados por vuestro pecado y afectados por las fuerzas de satanás. Mucho dolor padeceréis, porque no
supisteis apreciar lo bueno que se os daba.

Se os consentía todos los días y vosotros lo despreciasteis y ni lo agradecíais. Os mataréis unos a otros, como
si nunca os hubierais conocido, la crueldad hará a un lado el amor que debiera vivir en vuestro corazón, el mismo
Infierno caminará sobre la Tierra y vosotros sufriréis ésa maldad de satanás que dejasteis se desatara. 

Todo se volverá obscuro, el temor se volverá pavor, ya no habrá paz en vuestro corazón, la maldad del hombre
conmoverá hasta los mismos Cielos, los Ángeles se taparán su rostro, para no ver la maldad que el hombre se
causará uno al otro. Añoraréis los días de paz que tuvisteis, cuando teníais alimentos, casa, ropa, pero más
añoraréis Mi Presencia cuando vuestro corazón se dé cuenta de vuestro error. Sufriréis ésa Purificación como
remedio de vuestros pecados y de vuestra negligencia y ciertamente, así como Soy Misericordioso, Soy un Dios
Celoso, que busca de vosotros la totalidad de su amor. 

Me sacasteis de vuestro corazón y le disteis a satanás el reinado en vuestro corazón. Daos cuenta de la
tontería que cometisteis, todo un Dios de Bondad, de Misericordia Infinita, de Perdón, lo hicisteis a un lado.
Teníais Mi Providencia Divina en todo momento, Yo os cuidaba hasta de vosotros mismos, todo lo bueno que teníais,
venía de Mí, de vuestro Dios. Os cuidaba de aquél que Me traicionó y que quería quitaros la vida y vosotros,
tontamente, preferisteis al enemigo en vuestro corazón y no al Amor Infinito que os cuidaba y os consentía. Os
daréis cuenta tarde, pero os daréis cuenta de vuestro error. Conoceréis lo que puede vivir el hombre cuando se
aparta totalmente de su Dios, pudiendo ser todo bello en vuestra vida.

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