LOS ÚLTIMOS TIEMPOS EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Este Compendio está extraido de las Sagradas Escrituras, con el propósito de dar un poco de luz y ayudar a discernir a los hermanos que nos dicen: "La Biblia, sí, los Mensajes Celestiales, nó". Cuando el único fin de éstos es avisarnos para que estemos preparados y prevenidos ante los acontecimientos escatológicos que se avecinan a pasos agigantados con la Tribulación que ya estamos padeciendo, y que concluirán con el Castigo que el Señor descargará contra el mundo, con la Parusía de Nuestro Señor Jesucristo y el correspondiente Juicio a las Naciones, para así, con los supervivientes, instaurar su reinado de justicia, paz y amor en la nueva Tierra.
Sería deseo del autor que no quedara duda alguna de que los Mensajes y Locuciones que reciben del cielo los videntes auténticos, lo que hacen es corroborar de forma más explícita y fácil de comprender a la gente sencilla y de poca capacidad de discernimiento, lo que ya figura en las Sagradas Escrituras. Tenemos una prueba inequívoca de ello en las locuciones que desde el año 1.973 recibe el Padre Esteban Gobbi (fundador del Movimiento Sacerdotal Mariano) por parte de la Santísima Virgen María.
El Greco: Apertura del quinto sello, 1608 - 1614, hoy Nueva York, Metropolitan Museum
EL AVISO
APERTURA DEL SEXTO SELLO APOCALÍPTICO
Apocalípsis (9,15) Cuando abrió el sexto sello, oí y hubo un gran terremoto, y el sol se volvió negro como un saco de pelo de cabra, y la luna se tornó toda como sangre, y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra como la higuera deja caer sus higos sacudida por un viento fuerte (= probablemente algunos asteroides), y el cielo se enrolló como un libro que se enrolla, y todos los montes e islas se movieron en sus lugares. Los reyes de la tierra, y los magnates, y los tribunos, y los ricos, y los poderosos, y todo siervo, y todo libre se acultaron en las cuevas y en las peñas: Caed y ocultadnos de la cara del que está sentado en el trono (= señalando esto que probablemente habrá una aparición del Padre Eterno, visible para todos) y de la cólera del Cordero (= de Jesucristo viniendo como Juez), porque ha llegado el día grande de su ira, y ¿quién podrá tenerse en pié? Después de esto vi cuatro ángeles, que estaban en pié sobre los cuatro ángeles de la tierra, y retenían los cuatro vientos de ella, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi otro Ángel, que subía del naciente del sol, y tenía el sello de Dios vivo, y gritó con voz fuerte a los cuatro ángeles, a quienes había sido encomendado dañar a la tierra y al mar, diciendo: "No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado a los siervos de nuestro dios en sus frentes". (Apoc., 6, 12-17; 7, 1-2).
(Estos sucesos por muy escatológicos que parezcan serán una prueba de la infinita misericordia del Señor (Aviso) invitando a la conversión antes del castigo tan horrible que el Señor descargará contra la humanidad. Los que mueran durante dicho "Aviso" será por el miedo o la impresión, pero nó a causa directa del mismo.)
San Marcos (13, 5-23): "Estad en guardia, que nadie os induzca en error. Muchos vendrán bajo mi nombre y dirán: "Yo soy (el Cristo)", y a muchos engañarán. Cuando oigáis hablar de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis. Esto ha de suceder, pero no es todavía el fin (fin de los Tiempos). Porque se levantará pueblo contra pueblo y reino contra reino. Habrá terremotos en diversos lugares, y habrá hambres. Esto es el comienzo de los dolores (la gran tribulación)".
"Mirad por vosotros mismos. Porque os entregarán a los sanhedrines (enemigos de Cristo o seguidores del Anticristo), y seréis flagelados en las sinagogas, y compareceréis ante gobernadores y reyes, a causa de Mí, para dar testimonio ante ellos. Y es necesario primero que a todas las naciones sea proclamado el Evangelio" (profecía ésta ya cumplida).
"Mas cuando os llevaren para entregaros, no os afanéis anticipadamente por lo que diréis; sino decíd lo que en aquél momento os será inspirado; porque no sois vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu Santo. El hermano entregará a su hermano a la muerte, el padre a su hijo; y los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán. Seréis odiados de todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, éste será salvo."
"Mas cuando veais la abominación de la desolación instalada allí donde no debe -¡entienda el que lee!- (la misma Roma llegará a ser la sede del Anticristo) entonces, los que estén en Judea, huyan a las montañas; quien se encuentre en la azotea no baje ni entre para tomar nada en su casa, quien vaya al campo, no vuelva atrás para tomar su manto. ¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que críen por aquellos días! Y orad para que no acontezca en invierno".
"Porque habrá en aquellos días tribulación tal, cual no la hubo desde el principio de la creación que hizo Dios, hasta el presente, ni la habrá. Y si el Señor no hubiese acortado los días, ningun viviente escaparía; mas a causa de los escogidos que Él eligió, ha acortado (acortará) esos días. Entonces, si os dicen: "Helo a Cristo aquí o allí", no lo creáis. Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán señales y prodigios para descarriar aún a los elegidos, si fuera posible. Vosotros, pues, estad alerta; ved que os lo he predicho todo".
2 Timoteo (3, 1-5): Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos y del dinero, jactanciosos, soberbios, maldicientes, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, inhumanos, desleales, calumniadores, incontinentes, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traidores, temerarios, hinchados, amadores de los placeres más que de Dios. Tendrán ciertamente apariencia de piedad, mas negando lo que es su fuerza. A esos apártalos de ti.
EL ANTICRISTO
Apocalipsis (13, 5): "El Anticristo reinará cuarenta y dos meses".
San Mateo (24, 22): "Si aquellos tiempos no fuesen acortados, nadie se salvaría; pero en atención a los elegidos se abreviarán aquellos días".
Apocalipsis (14, 9-10): "Si alguno adorase a la Bestia y a su imagen, y recibiera la marca en la frente o en la mano, ese tal ha de beber también el vino de la ira de Dios, de aquél vino puro preparado en el cáliz de la cólera Divina, y ha de ser atormentado con el fuego y azufre a la vista de los ángeles santos y en presencia del Cordero".
Apocalipsis (13, 16-18): "A este fin hará que todos los hombres, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos tengan una marca en su mano derecha o en sus frentes, y que ninguno pueda comprar ni vender, sino aquél que tiene la marca o el nombre de la Bestia o el número de su nombre. Aquí está el saber. Quien tiene, pues, inteligencia, calcule el número de la Bestia, que es el 666".
Apocalipsis (13, 8): "Adorarán a la Bestia todos los moradores de la tierra, cuyo nombre no está escrito, desde el principio del mundo, en el libro de la vida del cordero degollado".
Apocalipsis (17, 8): "Y viendo a la Bestia, se maravillarán los moradores de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida, desde la creación del mundo".
II Tesalonicenses (2, 3-9): "El Anticristo (con el poder de Satanás) hará portentos tales que pasmará a los habitantes de la tierra. NO SERÁN VERDADEROS MILAGROS, pues solo Dios los hace, pero sí falsos milagros y prodigios engañosos".
Daniel (7, 25): "No será quebrado por mano humana".
II Tesalonicenses (2, 8): "Sino que será aniquilado por el soplo de la boca del Señor y por la manifestación de su Parusía".
Apocalipsis (20, 1-3): "San Miguel Arcángel lo lanzará vivo al fuego del infierno".
Juán (15, 20): "... no es el siervo más grande que su Señor. Si me persiguieron a Mí, también os perseguirán a vosotros".
"Perseguirá a los santos y profetas, (- entre estos figuran los dos testigos -, (probablemente Elías y Enoc) Apocalipsis 11, que habrán de aparecer en el mundo durante 1.260 días para predicar y condenar los errores diabólicos del Anticristo) y a cuantos no quieran sometérsele. Suprimirá el Sacrificio de la Santa Misa y el culto público durante 1.290 días (Daniel 8, 12, y 12, 11). La Santa Misa plausiblemente podrá oficiarse en catacumbas".
EL CASTIGO
Apocalipsis (9,4): Les fué dicho (a los cuatro ángeles) que no dañasen la hierba de la tierra, ni las verduras, ni los árboles, sino solo a los hombres que no tienen el sello de Dios en sus frentes.
Ezequiel (36, 33-36): Yo purificaré todas vuestras inmundicias; y haré venir el trigo y lo multiplicaré, y nunca os haré padecer hambre.
En el día en que yo os purifique de todas vuestras maldades, poblaré vuestras ciudades y repararé lo arruinado y se verá cultivada la tierra yerma, donde antes no veía el viajero sino desolación, y dirán: Aquella tierra es un jardín de delicias, y las ciudades desertas, abandonadas y destruidas, se hallarán ya restauradas y fortificadas, y todas aquellas naciones que quedarán alrededor vuestro, reconocerán que Yo, el Señor, lo dije y lo puse por obra.
Isaías (24, 1-22): He aquí que Yavé devasta la tierra, la asola y trastorna su superficie, y dispersa a sus habitantes, y será del pueblo como del sacerdote, del siervo como de su amo, de la criada como de la señora, del que compra como del que vende, del que presta como del que toma prestado, del acreedor como del deudor.
La tierra será devastada, entregada al pillaje; lo decretó Yavé. La tierra está (estará) desolada, marchita, el mundo perece, languidece, perece el cielo (al oscurecerse los astros) con la tierra. La tierra está profanada por sus moradores, que traspasaron la Ley, falsearon el derecho (Leyes contra el Altísimo), rompieron la alianza eterna. Por eso la maldición consume la tierra; llevan sobre sí las penas de sus crímenes. Por eso los moradores de la tierra son (serán) consumidos y reducidos a corto número (llegarán a perecer dos tercios de la misma, Zac., 13, 8-9) ... Terror, hoya, red, sobre tí, habitante de la tierra; el que escape al terror, caerá en la hoya, se enredará en la red. Ábrense las cataratas en lo alto, tiemblan los fundamentos de la tierra. La tierra se rompe con estrépito, la tierra retiembla, salta en pedazos. La tierra tiembla como un ebrio, vacila como una choza, pesan sobre ella sus pecados y caerá para no volver a levantarse. Entonces aquel día, visitará Yavé la milicia de los cielos en la altura, y abajo a los reyes de la Tierra. Y serán encerrados, presos en la mazmorra, encarcelados en la prisión (Infierno o Purgatorio), y después de muchos días (transcurridos desde el juicio particular) serán visitados (al ser llamados al Juicio Final).
Jeremías (25, 31-38): "Hasta los cabos del orbe llega el estruendo, porque Yavé entra en juicio con las naciones, para juzgar a toda carne; para entregar a los inicuos a la espada".
"He aquí que el mal pasará de una nación a otra, y un gran huracán se desencadenará desde los extremos de la tierra. Y los que Yavé matare en ese día (cubrirán) la tierra de un cabo al otro; no serán llorados, ni recogidos, ni sepultados; quedarán como estiércol sobre la faz del campo. Aullad, pastores, y alzad el grito; revolcaos (en ceniza), mayorales del rebaño, porque os ha llegado el día de la matanza; os dispersaré, y caeréis como un vaso selecto. No habrá refugio para los pastores, ni escape para los mayorales del rebaño. Se oyen los gritos de los pastores y los alaridos de los mayorales del rebaño; porque Yavé ha devastado su dehesa. Desoladas están sus apacibles praderas, a causa de la ira ardiente de Yavé. Ha salido de su tabernáculo cual leoncillo; la tierra de ellos ha venido a ser un desierto, a causa de la espada destructora y a causa del ardor de su ira".
Zacarías (13, 8-9): "Y sucederá en toda la tierra, dice el Señor, que dos partes de ella serán dispersadas y perecerán, Y LA TERCERA PARTE QUEDARÁ EN ELLA. Esta tercera parte la haré pasar por el fuego, y la purificaré como se purifica la plata y la acrisolaré como es acrisolado el oro. Ellos invocarán mi nombre, y Yo los escucharé propício. Yo diré: "Pueblo mío eres tú"; y él dirá: "Tú eres nuestro Dios y Señor".
LA PARUSÍA Y EL REINADO DE LOS S.S. C.C.
Sofonías (3, 8-20): A los pueblos que queden daré un lenguaje único, a fin de que todos a una invoquen el nombre del Señor... Yo exterminaré a cuantos te afligieron en pasados tiempos y salvaré y curaré a cuantos estén lisiados o enfermos.
Baruc II: Cuando las naciones estén en desorden (época del Anticristo) y venga el tiempo de mi Mesias, Él llamará a todos los pueblos, vivificará a unos y matará a otros... Y sucederá que después que Él haya humillado a todo lo que hay en el mundo, se sentará en paz por siempre jamás sobre el trono de su realeza; luego aparecerá el gozo y aparecerá el reposo (no se trabajará con cansancio). Después descenderá la curación en rocío y la enfermedad se alejará; la inquietud, la angustia y el gemido se alejarán de los hombres y reinará la alegría en toda la tierra. En efecto, ya no se morirá más prematuramente y no llegará de súbito la adversidad. Juicios, acusaciones, venganza, sangre, pasiones, envidia, odio y todo lo que se le parece serán condenados y suprimidos. Porque eran esas cosas las que llenaban el mundo de males y a causa de ellos estaba grandemente revuelta la vida de los hombres. Las fieras vendrán de la selva para servir a los hombres; el áspid y los dragones saldrán de sus agujeros para someterse a los niños - Isaias 11, 6-9; 65, 25 -. Entonces las mujeres parirán sin dolor y no serán torturadas cuando den los frutos de sus entrañas. Y sucederá en esos días que los cosecheros no se fatigarán, ni se agobiarán los que construyen; porque las obras correrán ellas mismas con los que las hacen, en gran tranquilidad. Pues ese tiempo es el fin de lo corruptible y el comienzo de lo que no es corruptible. (Baruc II, 71, 2; 73, 1-7; 74, 1-2).
Baruc II, (29, 1-8): Lo que acaecerá será para toda la tierra; todos los supervivientes (del Castigo) lo conocerán, pero Yo protegeré a todos los que entonces se hallen en esta tierra (por ser los justos y elegidos)... Behemot y Leviatán (dos grandes cetaceos), subirán del mar (para servir de alimento a los supervivientes). Igualmente la tierra dará sus frutos, diez mil por uno; cada viña tendrá mil cepas, cada cepa mil pámpanos, cada pámpano mil racimos y cada racimo dará una cuerna (400 litros) de vino. Y los que han tenido hambre estarán en alegría; además, verán prodígios cada día. Porque saldrán vientos delante de Mí, para expandir olores y rocíos. De nuevo descenderá el maná y de él se comerá: pues esos son los que llegarán a la consumación de los tiempos (= disfrutarán de vida eterna, por no morir ya nunca. (Isaías, 25, 6-10; Apocalipsis, 21, 4).
Baruc II, (51, 7-13): Aquellos cuya ley fué aquí la esperanza, la inteligencia, la sabiduría, la confianza aparecerán como prodigios en su tiempo. Verán en efecto, el siglo (= mundo espiritual y otros paralelos), que aquí les era invisible, y también el tiempo que aquí les estaba oculto. Igualmente el tiempo no envejecerá (= tendrán vida perdurable, no muriendo ya nunca, Isaías, 25, 8). Porque ellos habitarán en las alturas de este mundo (Jerusalén Celestial bajada de la Tierra). Serán parecidos a los ángeles e iguales a las estrellas. Se transformarán en todas las formas que ellos quieran, y de luz en esplendor de gloria. Pues delante de ellos se extenderán los espacios del Paraíso; y les será mostrada la belleza y la grandeza de los vivientes que están bajo el trono; así como todos los espíritus de los ángeles, que ahora están retenidos por mi palabra a fin de no ser vistos, y que ahora están retenidos por el precepto para estarse en sus lugares (planetas habitados) hasta que llegue su advenimiento. Porque entonces habrá en los justos una excelencia superior a la de los ángeles. Pues estos recibirán a los otros que esperaban y también a aquellos de los que oían decir que pasan. Porque ellos han sido liberados de este mundo de aflicción y han dejado el fardo de las tribulaciones.
Isaías (65, 20-25): Morir entonces a los cien años, será morir niño, y no llegar a los cien será tenido por maldición. Construirán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán su fruto. No edificarán para que habite otro; no plantarán para que recoja otro. Porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis elegidos disfrutarán del trabajo de sus manos. No trabajarán en vano, ni parirán para una muerte prematura, sino que serán la progenie bendita de Yavé, ellos y sus descendientes. Antes de que ellos me llamen les responderé Yo; todavía no habrán acabado de hablar y ya les habré escuchado. El lobo y el cordero pacerán juntos; el león como el buey comerá paja, y la serpiente comerá el polvo. No habrá mal ni aflicción en todo mi monte santo, dice Yavé.
FUENTE: http://www.etika.com/0/0t2ab.htm
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