miércoles, 18 de agosto de 2010

CONSAGREMONOS COMO IGLESIA Y COMO HERMANOS A LOS DOS CORAZONES EL DE JESUS Y EL DE MARIA. CONSAGREMOS A MEXICO




CONSAGRACION DE MEXICO

CONSAGREMONOS COMO IGLESIA Y COMO HERMANOS A LOS DOS CORAZONES EL DE JESUS Y EL DE MARIA

CONSAGREMOS A MEXICO 



En los tiempos que vivimos, la confusión aumenta en los corazones de muchas personas que creen en Dios. Como
ovejas dispersas permanecen en silencio observando como la inmoralidad, corrupción y maldad se intensifican en
nuestros pueblos, ciudades, estados y países alrededor del mundo. Muchos hoy en día sienten la abrumadora
necesidad de hacer algo respecto a la iniquidad que nos rodea, pero no saben qué hacer o cómo hacerlo.

Para lograr lo anterior, esta Misión nos muestra un camino a seguir por donde podemos avanzar confiados porque se 
apoya en la Sagrada Escritura y en la Tradición de nuestra Iglesia Católica. Nuestra arma poderosa es la oración
consagrada, por eso le pedimos a cada uno de los que la integran que se consagren individualmente y también su
familia, al Sagrado Corazón de Jesús y al Doloroso e Inmaculado Corazón de María, como se nos pidió en
Fátima. Una vez consagrados, renovamos dicha consagración al despertar en la mañana de cada nuevo día. Después
de entregarle nuestra vida a Dios por medio de estas consagraciones, comenzamos, llenos de fe y confianza, a
comprender la necesidad de orar unos por otros, especialmente por aquellos que nos gobiernan y por los lugares
donde vivimos.

Esta Misión nos pide formar cenáculos (grupos) de oración, que se reúnan una vez a la semana, con el propósito
de orar por intenciones concretas conforme a las necesidades de los diferentes grupos dentro de nuestra sociedad.
Al irnos adentrando en una vida de mayor acercamiento a Dios, empezamos a entender cada vez más el enorme regalo
de nuestra fe. 
También los animamos a estudiar el Catecismo de nuestra Iglesia y a valorar el gran tesoro que se nos ha entregado
en los Sacramentos. Si cada día oramos y ponemos en práctica lo que la misión nos enseña, estaremos protegidos
por la Gracia de Dios, mediante Su presencia dentro de nosotros y entre nosotros. 

Al tener el amor y la protección de Dios, seremos capaces de rendirnos incondicionalmente a su Divina Voluntad
cada día de nuestra vida. Si muchas personas se unen a esta Misión podremos transformar los pueblos, ciudades,
estados y países del mundo. Esto se cumplirá en la medida en que digamos "No" a todo lo que signifique ofender a
Dios, y así, poco a poco empezará a cambiar nuestro entorno y toda la faz de la tierra. Este proceso se
acelerará aun mas si nos unimos para pedirle a la Iglesia que consagre públicamente a nuestros pueblos,
ciudades, estados y países al Sagrado Corazón de Jesús y al Doloroso e Inmaculado Corazón de María. El Cielo
otorga gracias extraordinarias en respuesta a estos actos de fe; hay muchos ejemplos de milagros en la historia de
nuestra Iglesia que han ocurrido al llevar a cabo dichas consagraciones en público. También es parte de esta
Misión, empezar a unirnos con otros grupos para luchar juntos contra todo aquello, dentro de nuestra sociedad, 
que se oponga a los mandamientos de Dios.

Esta Misión la integran religiosos y laicos que dedican su vida a dar a conocer el amor y la protección que
Dios, Padre de toda la humanidad, derrama por intercesión de la Sagrada Familia, los Ángeles y los Santos. Te
invitamos a unirte a esta familia de Dios; el único requisito para pertenecer a ella es que verdaderamente lo
ames. Al convertirnos en verdaderos discípulos de los corazones de Jesús, María y José, no podremos permanecer
callados por más tiempo ante el mal que, en nuestras vidas, las de nuestra familia y de todos nuestros hermanos
y hermanas en el mundo, es causa de que lleguemos a perder la vida eterna. 

En el siglo diecisiete el filósofo irlandés, Edmund Burke, escribió: "Para que el mal exista, lo único
necesario es que los hombres buenos no hagan nada." En el Evangelio de San Lucas (18, 18-19), nuestro Señor dice:
"Nadie es bueno sino solo Dios". Por lo tanto, para los fines de esta Misión, hemos parafraseado la cita de Burke:
"Para que el mal exista, todo lo que se necesita es que los hombres y mujeres de bien no hagan nada." 


Con profundo agradecimiento,



John Rick Miller

INVITACION PARA QUE TE COMPROMETAS EN ORAR DIARIAMENTE POR MEXICO

http://www.youtube.com/watch?v=XG3nCFlS23k&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=1HtYKiIgI8o&feature=related

PAGINA OFICIAL

http://www.porelamordediosentodoelmundo.org/

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