jueves, 26 de agosto de 2010

Los verdaderos hijos de Dios serán probados en los últimos tiempos como oro en el crisol

Los verdaderos hijos de Dios serán probados en los últimos tiempos como oro en el crisol

Los hijos de Dios, los verdaderos hijos de Dios serán probados en los últimos tiempos como oro en el crisol. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, cada cual en particular deberá librar la batalla personal que el Cielo le tiene preparada, porque esa prueba que cada cual pase, será un escalón valiosísimo para ganar la Vida Eterna, que cuando el alma no vea, ni entienda, ni sepa como actuar y este cometido se lo deje al Cielo, su fe habrá sido probada como oro en el crisol y se habrá quedado reafirmada para siempre. Yo, Jesús, os hablo.

Se hijos Míos, que padecéis pruebas muchos de vosotros dolorosísimas, pero esas pruebas, os ayudaran a entrar en la eternidad, porque son puertas que os abren de par en par la entrada en el Cielo, y el amor que Me profesáis quedará para siempre asentado al superar la prueba, pues tenéis que creer que Yo os amo igual en la oscuridad, en la impotencia, en lo que no entendéis, que cuando os doy deleites espirituales y sentís por Mí ese ardiente amor que os hace desear hasta la muerte por Mi amor. Yo, Jesús, os hablo.

Yo pruebo a Mis amigos, a los que de verdad Me aman y espero de ellos su confianza al cien por cien, pues deseo que ellos sean en la gloria celestial, luceros que probaron aquí en la tierra las hieles de las amarguras y la desolación. Pruebo lo mismo al sacerdote que al seglar, al joven que al anciano, al hombre que a la mujer, pruebo en el alma al que Me ama de todo corazón, para que su amor y fe, se afiancen de tal forma que nunca más titubeen. Yo, Jesús, os hablo.

Son mártires terrenales los que padecen tribulación, y se sienten acotados por sus limitaciones e impotencias, pero que son almas que en su tribulación, aceptándolas sin exasperarse, salvan y fortalecen a otras almas que están muy debilitadas en la fe, a punto de perderla. Yo, Jesús, os hablo. Pero hijos, Yo fui también probado y pedí a Mi Padre que pasara de Mí el cáliz y ved que Mi Padre Me lo hizo beber hasta el final. Vosotros hijos, bebedlo también y sabed que os entiendo y que sufro vuestra situación aunque parezca que no os hago caso. Yo, Jesús, os hablo.

Mi Santa Madre no aparta Su mirada de vosotros, porque al igual que (hizo) Conmigo, está a vuestro lado en la tribulación. Yo, Jesús, os hablo. Mi paz y la de Mi Madre estén con todos vosotros.




Castigos hijos, castigos vienen a esta Humanidad perversa y pecadora

Castigos hijos, castigos vienen a esta Humanidad perversa y pecadora. El hombre se ha olvidado de su Dios, nada le temen y nada quieren con El, y Dios, con su Corazón compungido por las medidas que tiene que tomar, tiene que enviarle azotes para que entre en razón y lo busque afanosamente, pues muchos, muchísimas almas solo entienden el lenguaje del castigo y este le hace volver a Dios, a abajarse a El como tal: Dios y Señor de todas las generaciones y pueblos. Yo, Jesús, os hablo.

Que triste es para un padre tener que castigar a sus hijos, Yo tambien tengo pena y dolor por ello, pero Mi santa e infinita justicia lo exige. Llevo años y años tratando de que la Humanidad se enmiende, pero cada vez está más pervertida. Poniendo leyes en contra de Mis leyes como los matrimonios de un mismo sexo y tantas aberraciones que avergüenzan a los Ángeles del Cielo. Y no queréis ver que en todas esas leyes está Satanás jactándose de sus éxitos, de sus conquistas ¡cuantas almas se lleva cada día! ocasionando con ello el dolor acérrimo de Mi Santa Madre que desea salvaros a todos y, por todos sufre e intercede. Pero vuestra rebeldía es tal que Sus suplicas son para muchos vanas, porque vuestra dureza de corazón no os mueve a obrar el bien nada, absolutamente nada. Yo, Jesús, os hablo.

Esas modas indecentes que vosotros los padres permitís en vuestras hijas. Esos vicios arraigados de vuestros hijos que beben y se embriagan asiduamente. ¡Pero hijos míos! ¿habéis perdido totalmente la cordura permitiendo a vuestros hijos toda clase de excesos? Abortos, promiscuidad, ¿es eso querer a vuestros hijos? ¿Es eso? Los empujáis con vuestro silencio e indiferencia al abismo infernal y cuando se condenen os maldecirán eternamente. Yo, Jesús, os hablo.

¡Ay de vosotros generación perversa y contaminada por el vicio y el mal! ¡ay de vosotros! Os tengo que azotar muy a Mi pesar, cuando si volvieseis a Mí con dolor de los pecados y arrepentimiento, evitaríais el azote divino. Vosotros sois padres y sabéis lo que duelen los hijos, Yo os cree para la felicidad y no para castigaros, pero o reís de Mí y de Mis santas leyes y porque no las cumplís y os habéis entregado a Satanás totalmente, Yo, Jesús, castigaré a esta Humanidad que le hará recordar que a Dios hay que darle lo que es de Dios. Yo, Jesús, os hablo y os aviso. La paz a quien de buena fe crea y ponga en práctica estos mensajes.



Estremecedor será el castigo que vendrá a esta Humanidad perversa que cada día los buenos son menos buenos y los malos son más malos

Estremecedor será el castigo que vendrá a esta Humanidad perversa que cada día los buenos son menos buenos y los malos son más malos. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Quisiera que estos mensajes que os damos por medio de varios instrumentos fueran secundados con obras de amor, para que vuestras almas se alimenten del alimento sano que viene del Cielo, pero vosotros criaturas de Dios, almas mediocres, no queréis alimentaros con ellos y, aunque los leéis, los aparcáis en vuestra memoria sin inmutaros para nada del contenido de los mismos. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Cada día vuestra pereza para lo espiritual es mayor, y cada día menos, cumplís con vuestros compromisos espirituales, pues tan pronto hace un poco de calor ya posponéis vuestras buenas costumbres de ir a misa o de ir a rezar el rosario. Os pasáis la vida mirando el televisor, robándole a Dios Todopoderoso Su gloria, porque la horas que deberíais pasar en oración con El en el Sagrario o haciendo lectura espiritual, las pasáis hojeando revistas mundanas, o viendo programas basura que no solo no os hacen bien alguno, sino que además os perjudican, porque os inyectan el espíritu frívolo y mundano que es todo lo contrario a lo que Yo, Esprirtu Divino, os quiero dar. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Cada día más os canséis de practicar actos de piedad, obras buenas, de hacer esos compromisos espirituales que adquiristeis. Os canséis de lo bueno, pero no os cansáis de lo malo y, vais abandonando cada día más las cosas buenas que hace tiempo hacíais y que cada vez menos las vais cumpliendo. Si estáis cansados, si sois mayores, si estáis sobrellevados de cargas, pedidme a Mí Espíritu de Dios, fortaleza y ayuda, porque esa es Mi misión y no os la negaré bajo ningún pretexto. Pero hijos, no vayáis para atrás, no dejéis cada vez más espacio para el Maligno, que aprovecha todo para meteros el espíritu, las ideas y criterios del mundo. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Sois cristianos y como tal debéis morir, siendo verdaderos y auténticos cristianos. No debéis ser mediocres, ni negligentes, sed auténticos cristianos que edifiquéis a quienes os observen, que seáis ejemplos vivientes del verdadero seguidor de Cristo, pero no os canséis de hacer cosas buenas, ni de rezar el rosario, ni de leer, ni de oír misa, porque si vosotros los que sois practicantes de la fe católica os cansáis, ya Me diréis que se puede esperar de los demás. Yo Soy fuente de toda gracia y Mi gracia sobrenatural nunca os faltará para que sigáis adelante a pesar del calor, la fatiga, el cansancio, el estrés. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os instruyo.

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