viernes, 30 de diciembre de 2011

FIN DE AÑO... AGRADECIENDO A DIOS POR SU INFINITA MISERICORDIA

¡Gracias, Señor y perdon DIOS MIO !!

Habla Dios Espíritu Santo,

Se acerca el tiempo en que Yo os tomaré en lo particular a cada uno de vosotros. 

Hijitos Míos, se acerca el tiempo en que Yo os tomaré en lo particular a cada uno de vosotros. 

Mis pequeños, recordad que sois instrumentos, que una Mano Sabia, Pura, Santa y Divina os tomará, Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, os tomaré a cada uno de vosotros para ir realizando el Plan Salvífico que inició Jesucristo entre vosotros. Se tiene que dar, Mis pequeños, ésta renovación espiritual, tan necesaria para vuestra salud y vida espiritual.

El hombre ha pecado, estáis llenos de ésa enfermedad que os va carcomiendo poco a poco y es el pecado. No os queréis acercar a la Fuente Vivificadora y Purificadora, que es la Gracia Divina, vosotros os habéis separado voluntariamente y erróneamente de quien os da la Vida, quien os da el Alimento para que podáis servir a Dios, vuestro Padre y Creador.

Mis pequeños, aceptad con humildad el cambio tan necesario que debéis tener ya en vuestra vida, dejad que Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, vaya renovando vuestra vida, vuestra existencia, vuestra misión. Sabéis que estáis aquí misionando en la Tierra y será por un tiempo determinado de la eternidad. Aprovechad, Mis pequeños, éste tiempo que se os da, que será para un crecimiento grande y fuerte, para un premio bellísimo en el Reino de los Cielos ó será también, si vosotros no queréis recibir todos éstos Mensajes y la ayuda que se os da espiritual, para vuestra muerte eterna.

Entended, Mis pequeños que fuisteis creados para la Gloria, que fuisteis creados para ser amados, que fuisteis creados para que el Amor Divino os cuidara y os ayudara a crecer, no para que fuerais pecado y para que perdierais la Gracia de vuestro Dios y condenaros eternamente. Solamente aquellas almas necias, que se han satanizado, que han traicionado al Amor y a las Bendiciones Divinas, son las que se condenan, pero éstas almas ponen todo su ahínco en perderse en lugar de luchar por su salvación, luchan por su perdición. El Cielo llora por cada alma condenada. Entended y os vuelvo a repetir, no fuisteis creados para ello, sois consentidos de Dios.

Os amo, Mis pequeños, llenaos de humildad y dejadMe a Mí, vuestro Dios, Espíritu Santo, obrar en vuestros corazones, os llevaré a niveles de espiritualidad que no conocéis y gozaréis grandemente Mi Presencia en vosotros. Sois instrumentos, debéis ser sencillos y debéis dejar que Yo os tome, para que podáis cumplir vuestra misión en la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.

HOY ES FIN DE AÑO INVOQUEMOS AL ESPIRITU SANTO PARA QUE NOS ILUMINE Y QUE EL SEA EL QUE NOS LLENE DE SU GRACIA PARA ESTE AÑO 2010 UN AÑO DE BENDICION Y DE AMOR PARA TODOS

EL LIBRO VIEJO DEL 2009

Hoy terminas de escribir un capítulo más de la historia de tu vida.
Cuando naciste, este libro era todo tuyo. Te lo puso Dios en tus manos. Podías escribir en él lo que quisieras: un poema, una pesadilla, una aventura, una blasfemia, o una oración. Podías… ahora ya no puedes, ya no es tuyo, ya lo has escrito, ahora es de Dios.
Te lo va a leer Dios, en el día mismo en que te mueras, con todos sus detalles. Ya no puedes corregirlo, ha pasado al dominio de la eternidad.
Piensa unos momentos en esta Noche Vieja. Toma tu libro y hojéalo despacio. Deja pasar sus páginas entre tus manos y entre tu conciencia. ¡Ten el gusto de leerlo a ti mismo!
Lee todo. Repite aquellas páginas de tu vida en las que pusiste tu mejor estilo, no te olvides de que uno de tus mejores maestros, si tienes la conciencia bien formada, eres tú mismo.
Lee también aquellas páginas que nunca quisieras haberlas escrito. ¡No!... ¡no intentes arrancarlas!, es inútil. Ten valor para leerlas. Son Tuyas.
No puedes arrancarlas… pero puedes anularlas cuando escribas las páginas siguientes. Si lo haces así, seguramente Dios las pasará de corrido cuando lea tu libro en tu último día.
Lee tu libro esta Noche Vieja. Hay en él trozos enteros de ti mismo.
Es un drama apasionante en el cual, el primer personaje eres tú: Tú en escena con Dios, con los hombres, con la vida. Tú lo has escrito con el instrumento asombroso de tu libertad sobre la superficie inmensa y movediza del mundo.
Es un libro misterioso que en su mayor parte, la más interesante, no puede leerlo nadie más que tú y Dios.
Esta noche, cuando hayas terminado de leerlo… si te dan ganas de besarlo, bésalo. Si te dan ganas de llorar, llora fuerte sobre tu libro viejo, pero sobre todo… reza sobre tu libro viejo. Tómalo entre tus manos, levántalo hacia el cielo y dile a Dios sólo dos palabras: “gracias” y “perdón”.
Después, dáselo a Cristo, no importa… así como esté, aunque tenga páginas negras… nunca olvides que Cristo sabe perdonar.
Esta noche, Dios te entregará un libro nuevo. Es todo tuyo. Puedes escribir en él lo que quieras. Escribe el nombre de Jesús en la primera página. Después pídele que no te deje escribir a ti solo. Pídele que te lleve siempre de la mano y del corazón.

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