La Virgen María hace un llamado a un día de oración y ayuno
como preparación para el GRAN AVISO!
Lunes, 30 de enero del 2012, a la 13:00 hrs.
Este mensaje fue recibido por María de la Divina Misericordia después dos apariciones de la Virgen María, separadas, una que tuvo lugar a la media noche del 29 de enero y la segunda a las 13:00 Horas el lunes 30 de enero del 2012, durante la cual la Virgen Madre apareció totalmente triste.
Hijos míos, mientras mi Hijo viene ahora a convertir al mundo entero con sus rayos de Misericordia, es con un corazón pesado, que Yo debo decirles que mucha gente morirá durante el GRAN AVISO.
Recen, recen, recen por sus almas!
Tu, mi niña, debes pedir a todos los seguidores de estos mensajes Divinos, designar mañana martes, 31 de enero, como un día especial de oración.
Este día deben rezar el Santo Rosario y la oración de la Divina Misericordia.
Todos deben tratar de ayunar en este día. De esta manera más almas, especialmente aquellas en pecado mortal, en el momento de la muerte, pueden ser salvadas por la misericordia de Mi amado Hijo Jesucristo.
Lloro lágrimas de dolor por aquellas pobres personas, que no tienen idea cuánto dolor y angustia sus pecados causan a Mi Hijo.
El gozo del don que Mi Hijo ahora trae al mundo, está teñido con tristeza por quienes no pueden ser salvados por su propia elección.
Las mentiras que brotarán y se difundirán por todo el mundo, por las almas oscuras, después de que el GRAN AVISO se lleve a cabo, deben ser detenidas a través de sus oraciones.
Recen para que nadie niegue la Divina Misericordia de Mi Hijo durante o después del GRAN AVISO. Porque cada alma perdida por tales mentiras, es un alma que será tomada por el maligno.
Difundan la conversión por todas partes, hijos. Acepten que Yo soy la Co-Redentora y Medianera trabajando de cerca con Mi amado Hijo Jesucristo, para salvar a todas las almas de la ruina eterna.
Mi amor por ustedes, hijos, es muy fuerte. Yo suplico por misericordia por cada alma cada segundo del día, suplicando a Mi Padre por clemencia.
Pero hijos, ustedes deben ayudar uniéndose a Mí en oración y sacrificio para ayudar a todos los hijos de Dios a entrar por las puertas del Nuevo Paraíso.
Su Madre Celestial, Madre de la Salvacióncomo preparación para el GRAN AVISO!
Lunes, 30 de enero del 2012, a la 13:00 hrs.
Este mensaje fue recibido por María de la Divina Misericordia después dos apariciones de la Virgen María, separadas, una que tuvo lugar a la media noche del 29 de enero y la segunda a las 13:00 Horas el lunes 30 de enero del 2012, durante la cual la Virgen Madre apareció totalmente triste.
Hijos míos, mientras mi Hijo viene ahora a convertir al mundo entero con sus rayos de Misericordia, es con un corazón pesado, que Yo debo decirles que mucha gente morirá durante el GRAN AVISO.
Recen, recen, recen por sus almas!
Tu, mi niña, debes pedir a todos los seguidores de estos mensajes Divinos, designar mañana martes, 31 de enero, como un día especial de oración.
Este día deben rezar el Santo Rosario y la oración de la Divina Misericordia.
Todos deben tratar de ayunar en este día. De esta manera más almas, especialmente aquellas en pecado mortal, en el momento de la muerte, pueden ser salvadas por la misericordia de Mi amado Hijo Jesucristo.
Lloro lágrimas de dolor por aquellas pobres personas, que no tienen idea cuánto dolor y angustia sus pecados causan a Mi Hijo.
El gozo del don que Mi Hijo ahora trae al mundo, está teñido con tristeza por quienes no pueden ser salvados por su propia elección.
Las mentiras que brotarán y se difundirán por todo el mundo, por las almas oscuras, después de que el GRAN AVISO se lleve a cabo, deben ser detenidas a través de sus oraciones.
Recen para que nadie niegue la Divina Misericordia de Mi Hijo durante o después del GRAN AVISO. Porque cada alma perdida por tales mentiras, es un alma que será tomada por el maligno.
Difundan la conversión por todas partes, hijos. Acepten que Yo soy la Co-Redentora y Medianera trabajando de cerca con Mi amado Hijo Jesucristo, para salvar a todas las almas de la ruina eterna.
Mi amor por ustedes, hijos, es muy fuerte. Yo suplico por misericordia por cada alma cada segundo del día, suplicando a Mi Padre por clemencia.
Pero hijos, ustedes deben ayudar uniéndose a Mí en oración y sacrificio para ayudar a todos los hijos de Dios a entrar por las puertas del Nuevo Paraíso.
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