HAGO UN
LLAMADO A MI AMADA NACIÓN DE MÉXICO:
HIJOS MÍOS, QUÉ PASA CON VOSOTROS? - ¿POR QUÉ ME HACÉIS ENTRISTECER CON
VUESTRA ACTITUD?
FEBRERO 26 DE 2012
1:45 P.M.
LLAMADO URGENTE DE LA VIRGEN DE GUADALUPE A SU AMADA
NACIÓN MEXICANA
Amadísimos hijitos de mi corazón,
que la paz de Dios esté con todos vosotros.
Mi corazón de Madre está triste,
viendo cómo se acercan los días de la justicia divina y saber que la inmensa
mayoría de la humanidad anda sumergida en la apostasía y el pecado. ¡Oh, cuántas naciones serán arrasadas por la
justa ira de Dios!. Países enteros van a
desaparecer y con ellos muchos de sus habitantes, sólo quedarán los que han
atendido al llamado del cielo.
Hijitos, mis lágrimas cubren la
creación, ya mi Padre ha decretado su justa sentencia; como Madre de la
humanidad seguiré hasta el último instante intercediendo por todos mis hijos y
en especial por aquellos que se encuentran más alejados de Dios. Ayudadme mis hijitos fieles a interceder conmigo,
por todos los pecadores del mundo entero y especialmente por aquellos que no creen, no aman y no aceptan al Dios Uno y
Trino.
Hago un llamado a mi amada nación de
México: Hijos míos, qué pasa con
vosotros?, ¿por qué me hacéis entristecer con vuestra actitud?. Yo soy vuestra Madre Guadalupana que
intercede por vuestra nación y por todos vosotros; pero veo con dolor que venís
desviándoos del camino; me duele ver cómo ultrajáis la Divinidad de mi Hijo en
muchas de sus casas; me duele ver cómo rendís culto a la muerte y cómo
blasfemáis llamándola santa; ¿no sabéis que todo esto es obra de mi
adversario?, ¡cuántas profanaciones se vienen cometiendo y cuántos insultos a
diario recibo de parte de mis hijos que tanto amo. En muchas de vuestras provincias el nombre de
mi Hijo y mi Nombre es ultrajado con vuestras detestables prácticas paganas;
adoráis y rendís culto a dioses extraños a fetiches y a imágenes de difuntos
que llevaron vidas pecaminosas. La
idolatría y el sincretismo religioso están haciendo perder la fe a muchos.
Me duele ver cómo asistís al Santo
Sacrificio de mi Hijo y luego también rendís culto a la brujería y la
superstición. Mirad cómo anda vuestra
nación, va a la deriva como barco sin timón; el mal ronda y hace correr la
sangre en todos los rincones de mi amada nación; enlutando los hogares de mi
amado pueblo mexicano. Le estáis dando
la espalda a vuestro Padre y a vuestra Madre, por eso la violencia, el
desempleo, el hambre y el caos se han apoderado de mi amado país. Os exhorto mis pequeños a que enderecéis el
rumbo, porque de seguir como vais, me apartaré de vuestra nación y ya sabéis
las consecuencias que esto traería.
No me ultrajéis más, ni ultrajéis
más la Divinidad de mi Hijo; os pido fidelidad y compromiso; necesito que me
desagraviéis y desagraviéis a mi Hijo profanado en tantas Iglesias. Mis hijos laicos, no sois vosotros los que
debéis ejercer el ministerio sacerdotal; entended que este ministerio es
exclusivo de mis hijos predilectos; orad por las vocaciones sacerdotales en
vuestro país, para que mi Padre os envíe obreros. Os pido hijitos, que vuestra nación vuelva a
mi Hijo y a Mí, de corazón como era antes, sólo así volverá la paz a vuestra
tierra. Hago un llamado a mis profetas e
instrumentos de mi amado país, para que en oración y ayuno ante el Sagrario de
mi Hijo comprobéis la autenticidad de este mi mensaje que os hago llegar a
través de mi hijo Enoch, y así no pongáis en duda mis palabras. Necesito hijos míos, que hagáis una jornada
de oración y ayuno en toda vuestra nación, con el rezo de mi Santo Rosario,
pidiendo por la paz de vuestra tierra y por el restablecimiento de la fe; orad
como lo hicieron los habitantes de Nínive, para que Dios tenga misericordia de
vosotros y vuestra nación. Que la paz de
Dios vuelva a florecer en el corazón de mi amado México. Vuestra Madre Guadalupana, Emperatriz de
América.
Dad a conocer este mensaje en todos
los rincones de mi amado país.
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