Cruzada de Oración (26) Recen el rosario para ayudar a salvar su país.
Domingo, 5 de febrero del 2012, a la 13:15 hrs.
En un mensaje dado a María de la Divina Misericordia el 5 de febrero del 2012, Nuestra Señora urgió a las personas a rezar el Santo Rosario, para ayudar a salvar a sus países.
Nunca olviden la importancia de Mi Santísimo Rosario, porque cuando lo rezan diariamente, pueden ayudar a salvar su país.
El poder de Satán es debilitado cuando ustedes rezan Mi Rosario. El se aleja con gran dolor y se vuelve impotente. Es más importante, no importa a cual credo cristiano pertenezcan, decirlo al menos una vez al día.
Oración antes del Rosario:
Reina del Santo Rosario, Vos que los dignasteis venir a Fátima para revelar a los tres pastorcillos los tesoros de gracia ocultos en el Rosario, inspira mi corazón con un sincero amor a esta devoción, con el fin de que por la meditación de los Misterios de nuestra Redención, que son recordados en el, pueda ser enriquecido por sus frutos y obtener la paz para el mundo, la conversión de los pecadores y de Rusia, y las gracias que pido de Vos en este Rosario. (Aquí mencionar su petición). Pido esto para la mayor Gloria de Dios, por Vuestro propio honor y para el bien de las almas, especialmente por la mía. Amén.
Padrenuestro:
Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea Tu Nombre; venga a nosotros Tu Reino; hágase Tu Voluntad así en la Tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdónanos nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
Ave María:
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre:
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración a Jesús pedida por Nuestra Señora:
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados; líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a las más necesitadas de Tu Misericordia. Amén.
El Credo:
Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del Cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María la Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los Cielos y está sentado a la derecha del Padre, desde allí vendrá a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Salve:
Dios te salve Reina y Madre, Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve a ti clamamos los desterrados hijos de Eva: A Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Es abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. ¡Oh clemente! Oh piadosa! Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración para después del Rosario:
Oh Dios, cuyo unigénito Hijo, por su vida, muerte y resurrección nos ha comprado la recompensa de la vida eterna; concede, Os suplicamos, que, meditando estos misterios del Santísimo Rosario de la Virgen María, podamos imitar lo que contienen y obtener lo que prometen, por el mismo Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre:
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración a Jesús pedida por Nuestra Señora:
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados; líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a las más necesitadas de Tu Misericordia. Amén.
El Credo:
Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del Cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María la Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los Cielos y está sentado a la derecha del Padre, desde allí vendrá a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Salve:
Dios te salve Reina y Madre, Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve a ti clamamos los desterrados hijos de Eva: A Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Es abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. ¡Oh clemente! Oh piadosa! Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración para después del Rosario:
Oh Dios, cuyo unigénito Hijo, por su vida, muerte y resurrección nos ha comprado la recompensa de la vida eterna; concede, Os suplicamos, que, meditando estos misterios del Santísimo Rosario de la Virgen María, podamos imitar lo que contienen y obtener lo que prometen, por el mismo Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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