domingo, 26 de diciembre de 2010
Otra Navidad más y ¿qué hubo realmente de bueno en vuestra vida y en la de ellos?
¡Gloria a Dios en las alturas!
¡ha llegado el Mesías esperado!,
¡ha nacido Jesús, el Salvador!.
Bendiceme, Niño Jesús y ruega por mi sin cesar. Aleja de mí, hoy y siempre el pecado. Si tropiezo, tiende tu mano hacia mi. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si me dejas Niño, ¿que será de mi?
Mensaje de Dios Padre, a J. V.
Otra Navidad más y ¿qué hubo realmente de bueno en vuestra vida y en la de ellos?
Hijitos Míos, la paz que vosotros deseáis a vuestros hermanos, es una paz que vosotros mismos debéis ya tener en vuestro corazón. Para poder desear algo bueno, vosotros estáis seguros que lo que estáis dando es bueno, si estáis deseando Mi Paz para los demás, vosotros ya debisteis haberla aceptado y vivido en vosotros.
Vosotros os llenáis de Mis Bendiciones, de Mi Amor, de Mi Vida, de las Enseñanzas en el Evangelio que se os han dejado. Os debéis ya haber impregnado de todo ése alimento Divino y al haberlo hecho así, con firme conciencia, vosotros lo deseáis a vuestros hermanos, porque sabéis de su valor, sabéis lo que vale Mi Palabra, Mis Obras, Mi Vida entre vosotros.
No os imagináis, Mis pequeños, lo que ganáis cuando aceptáis y vivís, en vuestro corazón y en vuestra vida, lo que Yo os he dado. Ese es el verdadero alimento que debiera buscar primeramente el hombre. Os desviáis mucho, buscáis falsos intereses.
La vida de Mi Hijo os dio un mar de Bendiciones y de conocimiento Celestial, vosotros no le sacáis todo el provecho debido por vuestra distracción, por el no querer tener ningún tipo de compromiso Conmigo, con vuestro Dios ó no queréis crecer en virtudes y en Amor, en experiencias Divinas, en experiencias que os lleven a vuestra perfección espiritual.
Desperdiciáis mucho, Mis pequeños, cuando vosotros os debierais querer llenar de Mí. Vosotros debierais estar deseosos de orar ininterrumpidamente, para que pudierais recibir Mis Bendiciones y Mi Presencia entre vosotros, pero no Me hacéis caso.
Debéis buscar la finalidad de vuestra vida sobre la Tierra, que es la de servirMe, sirviendo a vuestros hermanos, llevándolos al Amor. Cuando dejéis entrar Mi Amor en pleno en vuestro corazón, es cuando os daréis cuenta de vuestro error, de vuestro error pasado, del desperdicio de tiempo que tuvisteis en el pasado. Buscad que Mi Amor se implante ya en vuestro corazón, que ya no tengáis que pedir perdón por ese desperdicio de tiempo en donde no Me tuvisteis, que de ahora en adelante sea pura felicidad en vosotros, del tenerMe, del gozarMe, del aprender más, porque si Yo estoy en vuestro corazón, gozaréis de Mi Presencia, pero además os instruiré en lo personal a cada uno de vosotros, según vuestra misión.
Pedid los unos por los otros, ése es amor fraterno. No critiquéis, el pedir debe ser de corazón y, si pedís por vuestros hermanos, en voz alta, no hagáis conocer el error que tengan ellos. Cuando pidáis oración a los demás por ellos, simplemente pedid, que Yo sé lo que ellos necesitan, pero sí necesito que vosotros Me pidáis por vuestros hermanos, para que se vaya dando ése amor fraterno entre los hombres, que ahora la humanidad está muy lejos de vivir el amor de corazón entre los hombres.
Que el Amor de Mi Hijo os una cada vez más. Que el amor fraterno que os vino a mostrar y a vivir, que no se desperdicie más. Estáis llamados a ser familia, pero Familia Celestial y si queréis llegar a formar parte de la Familia, debéis empezar desde la Tierra a producir ése cambio interior y transmitir, mediante vuestra vida, a vuestros hermanos.
Mucho amor se necesita entre los hombres y poca es la respuesta de los mismos. Otra Navidad más y ¿qué hubo realmente de bueno en vuestra vida y en la de ellos?, ¿qué hubo, Mis pequeños? Procurad vosotros el cambio, empezad pues a llevar alegría y amor a los vuestros. Que ésta Navidad sea realmente un cambio, un nuevo nacer en vosotros y en vuestros hermanos. Os Bendigo, Mis pequeños, os dejo todo Mi Amor, os Bendigo de Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
MENSAJES DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA LA REINA DE LA PAZ!!
Diciembre 25 de 1991
“iQueridos hijos! Hoy, de una manera especial, Yo les traigo al Pequeo Jesús para que El los bendiga con Subendición de paz y de amor. Queridos hijos, no olviden que ésta es una gracia que muchas personas ni conocen ni aceptan. Por eso, ustedes, los que se dicen Míos y que buscan mi ayuda, entréguense completamente. Por encima de todo, den su amor y su ejemplo en sus familias. Ustedes dicen que la Navidad es una celebración familiar. Por eso, queridos hijos, den a Dios el primer lugar en sus familias, a fin de que El pueda darles a ustedes la paz y pueda protegerlos no únicamente de la guerra sino también de cualquier ataque satánico en tiempos de paz. Si Dios está con ustedes, ustedes lo tienen todo; pero si ustedes no lo aceptan a El, entonces se sienten miserables y perdidos y no saben de qué lado están. Por eso, queridos hijos, decídanse por Dios y entonces ustedes lo tendrán todo. Gracias por haber respondido a mi llamado!”
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