MENSAJE DE DIOS PADRE
LOS SANTOS ANGELES
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Habla Dios Padre:
Hoy quiero hablarles sobre Mis Creaturas Celestiales, los Santos Ángeles.
Yo, Vuestro Padre, antes de crear al género humano, quise crear éstas creaturas hermosísimas, que gozan conmigo de Mis Gracias y de Mi Vida Espiritual.
El gozo espiritual es inmenso, inconmensurable, ya que el alma no tiene límites. El cuerpo vuestro limita en mucho el gozo real que Yo doy al alma, que es formada de MI misma esencia. Cuando vuestra alma vuele hacia Mí, de regreso a vuestra Casa Celestial, os daréis plena cuenta de la magnificencia de Mis Gracias.
Los Santos Ángeles tienen un gozo en extremo. Gozo al vivir para Mí, sirviendo a Su Dios y Creador y gozo al estar ante Mi Presencia. No siempre fue así. Al principio no podían verme, pero podían gozar de Mis Gracias y dones y después de pasar por la prueba, fue entonces cuando ya pudieron verme y el gozo fue mayor. La principal función de los ángeles es la de servirme, es el de estar pendientes de toda Mi Creación y de todos Mis intereses. Son servidores leales, quienes hacen su trabajo con la mayor devoción y amor posibles a su estado. No escatiman nada con tal de dar gusto a su Creador.
Yo le he dado a cada uno una misión, al igual que a vosotros, hijitos Míos y el amor que pone cada uno en ella es lo máximo que puede dar. Recuerden que son espíritus puros y no tienen los defectos que el cuerpo, en vosotros, os limitan. Algunos, como sabéis, tienen a su cargo vuestra compañía, SON REALES, -siempre han estado junto a vosotros-, desde el momento de vuestra concepción y vendrán, junto con vuestra alma al final de vuestra misión, a darme cuentas de vuestra vida sobre la Tierra. Quiero centrarme en explicarles las funciones de los ángeles de la Guarda vuestros, ya que muchos de vuestros hermanos los consideran cuentos de niños. No hijitos Míos, son tan reales como Yo lo soy. Es la falta de Fé y la duda que Mi enemigo inculca en vosotros lo que os hace pensar así. Son vuestros compañeros y guardianes. Son vuestros consejeros y los que los representan ante Nuestra Presencia. Son protectores a nivel humano, evitando accidentes ó problemas a vuestra persona y también son protectores contra los ataques de Mi enemigo, vuestro enemigo.
Los Santos Angeles Guardianes se nutren de vuestra confianza y de vuestro amor. Así como vuestros amigos sobre la Tierra necesitan ser atendidos con invitaciones, palabras amables y cariñosas, confianza plena en los problemas personales, pidiéndoles consejo, ayuda especial en casos graves y difíciles, así vuestros ángeles guardianes os ayudan de la misma forma, pero a un nivel superior, ya que ellos Me presentan vuestras necesidades y oraciones e interceden por vosotros ante la Santísima Virgen María y es Ella la que Nos trae vuestras peticiones. Vosotros sois muy dados a dar crédito a la resolución de vuestros problemas o a posibles accidentes en los cuales salisteis bien librados, a la casualidad. Hijos Míos, la casualidad NO existe, esto sería igual al que vuestros hijos dijeran: casualmente tenemos el desayuno servido día a día ó casualmente tenemos ropa y casa.
LOS SANTOS ANGELES
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Habla Dios Padre:
Hoy quiero hablarles sobre Mis Creaturas Celestiales, los Santos Ángeles.
Yo, Vuestro Padre, antes de crear al género humano, quise crear éstas creaturas hermosísimas, que gozan conmigo de Mis Gracias y de Mi Vida Espiritual.
El gozo espiritual es inmenso, inconmensurable, ya que el alma no tiene límites. El cuerpo vuestro limita en mucho el gozo real que Yo doy al alma, que es formada de MI misma esencia. Cuando vuestra alma vuele hacia Mí, de regreso a vuestra Casa Celestial, os daréis plena cuenta de la magnificencia de Mis Gracias.
Los Santos Ángeles tienen un gozo en extremo. Gozo al vivir para Mí, sirviendo a Su Dios y Creador y gozo al estar ante Mi Presencia. No siempre fue así. Al principio no podían verme, pero podían gozar de Mis Gracias y dones y después de pasar por la prueba, fue entonces cuando ya pudieron verme y el gozo fue mayor. La principal función de los ángeles es la de servirme, es el de estar pendientes de toda Mi Creación y de todos Mis intereses. Son servidores leales, quienes hacen su trabajo con la mayor devoción y amor posibles a su estado. No escatiman nada con tal de dar gusto a su Creador.
Yo le he dado a cada uno una misión, al igual que a vosotros, hijitos Míos y el amor que pone cada uno en ella es lo máximo que puede dar. Recuerden que son espíritus puros y no tienen los defectos que el cuerpo, en vosotros, os limitan. Algunos, como sabéis, tienen a su cargo vuestra compañía, SON REALES, -siempre han estado junto a vosotros-, desde el momento de vuestra concepción y vendrán, junto con vuestra alma al final de vuestra misión, a darme cuentas de vuestra vida sobre la Tierra. Quiero centrarme en explicarles las funciones de los ángeles de la Guarda vuestros, ya que muchos de vuestros hermanos los consideran cuentos de niños. No hijitos Míos, son tan reales como Yo lo soy. Es la falta de Fé y la duda que Mi enemigo inculca en vosotros lo que os hace pensar así. Son vuestros compañeros y guardianes. Son vuestros consejeros y los que los representan ante Nuestra Presencia. Son protectores a nivel humano, evitando accidentes ó problemas a vuestra persona y también son protectores contra los ataques de Mi enemigo, vuestro enemigo.
Los Santos Angeles Guardianes se nutren de vuestra confianza y de vuestro amor. Así como vuestros amigos sobre la Tierra necesitan ser atendidos con invitaciones, palabras amables y cariñosas, confianza plena en los problemas personales, pidiéndoles consejo, ayuda especial en casos graves y difíciles, así vuestros ángeles guardianes os ayudan de la misma forma, pero a un nivel superior, ya que ellos Me presentan vuestras necesidades y oraciones e interceden por vosotros ante la Santísima Virgen María y es Ella la que Nos trae vuestras peticiones. Vosotros sois muy dados a dar crédito a la resolución de vuestros problemas o a posibles accidentes en los cuales salisteis bien librados, a la casualidad. Hijos Míos, la casualidad NO existe, esto sería igual al que vuestros hijos dijeran: casualmente tenemos el desayuno servido día a día ó casualmente tenemos ropa y casa.
¿Qué sentiríais, Hijos Míos, si vuestros méritos hacia los demás y en éste caso, hacia vuestros propios
hijos, se redujera sólo a la casualidad? Diríais, ¿Y mi trabajo y mi amor por servirles, en dónde quedaron? Yo,
Vuestro Padre, veo por todas, todas vuestras necesidades, nada queda a la “casualidad”, ésa palabra no viene
de Mí, sería, también, equivalente a abandonarlos y a dejarlos a vuestras propias fuerzas y eso Yo NUNCA lo
hago, Yo siempre velo por vosotros, pero con la medida con que Me ofrezcáis vuestra confianza, es la misma medida
con la que Yo puedo ayudaros. Si carecéis de Fé y Confianza en Mí, la respuesta a vuestras peticiones será
poca, no así con aquellos en los que han puesto TODA su Fé y Confianza en Mí, porque ellos recibirán mucho, y
de aquí nace el que muchos de Mis hijos puedan hacer milagros en Mi Nombre y en el de Mi Hijo Jesucristo, porque
al tener Fé y Confianza plena en Nosotros, pueden tomar de Nuestros bienes para repartirlos a vuestros otros
hermanos.
hijos, se redujera sólo a la casualidad? Diríais, ¿Y mi trabajo y mi amor por servirles, en dónde quedaron? Yo,
Vuestro Padre, veo por todas, todas vuestras necesidades, nada queda a la “casualidad”, ésa palabra no viene
de Mí, sería, también, equivalente a abandonarlos y a dejarlos a vuestras propias fuerzas y eso Yo NUNCA lo
hago, Yo siempre velo por vosotros, pero con la medida con que Me ofrezcáis vuestra confianza, es la misma medida
con la que Yo puedo ayudaros. Si carecéis de Fé y Confianza en Mí, la respuesta a vuestras peticiones será
poca, no así con aquellos en los que han puesto TODA su Fé y Confianza en Mí, porque ellos recibirán mucho, y
de aquí nace el que muchos de Mis hijos puedan hacer milagros en Mi Nombre y en el de Mi Hijo Jesucristo, porque
al tener Fé y Confianza plena en Nosotros, pueden tomar de Nuestros bienes para repartirlos a vuestros otros
hermanos.
Lo mismo os puedo decir de vuestros Santos Ángeles custodios. En la medida en la que vosotros los aceptéis en
vuestras vidas y la confianza que les deis para recibir de ellos consejos, ayuda en vuestro crecimiento espiritual,
protección física y espiritual, intercesión ante Mí, etc., así recibiréis de ellos.
Son reales, tan reales como vosotros sois, son parte de vosotros y son personales. Cada creatura humana, hijos
Míos, tiene su propio Angel Guardián.
Apóyense en ellos, vivan unidos a ellos y ellos los ayudarán a volver fácilmente a Mí. Ellos son grandes,
poderosos, os cubren con sus alas cuando un peligro os acecha. Os protegen contra las fuerzas del mal.
Confiad plenamente en ellos para darles libertad de actuación en vosotros.
Ellos no pueden forzaros a nada, vosotros tenéis que llamarlos para que os ayuden en casos especiales, ya que como
actuación natural, tienen a cargo vuestra protección espiritual, pero si vosotros insistís en pecar o en meteros
en algún problema grave, ellos no pueden hacer nada ya que respetan vuestra libertad.
Míos, tiene su propio Angel Guardián.
Apóyense en ellos, vivan unidos a ellos y ellos los ayudarán a volver fácilmente a Mí. Ellos son grandes,
poderosos, os cubren con sus alas cuando un peligro os acecha. Os protegen contra las fuerzas del mal.
Confiad plenamente en ellos para darles libertad de actuación en vosotros.
Ellos no pueden forzaros a nada, vosotros tenéis que llamarlos para que os ayuden en casos especiales, ya que como
actuación natural, tienen a cargo vuestra protección espiritual, pero si vosotros insistís en pecar o en meteros
en algún problema grave, ellos no pueden hacer nada ya que respetan vuestra libertad.
Las Sagradas Escrituras están repletas de casos de intervenciones angelicales, desde el Génesis, hasta el
Apocalipsis. Son reales y están a Mí servicio y a vuestro servicio, acudid a ellos para que os presenten a Mí y
os ayuden a alcanzar la perfección espiritual a la que vosotros, todos, habéis sido llamados. Son un regalo de Mi
Amor para con vosotros. Ámenlos como Yo los amo.
Os bendigo hijos Míos, en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesús y en el de Mi Santo Amor del Espíritu. Mis
Ángeles, todos, os acompañen en vuestras vidas ahora y siempre, por toda la Eternidad.
Apocalipsis. Son reales y están a Mí servicio y a vuestro servicio, acudid a ellos para que os presenten a Mí y
os ayuden a alcanzar la perfección espiritual a la que vosotros, todos, habéis sido llamados. Son un regalo de Mi
Amor para con vosotros. Ámenlos como Yo los amo.
Os bendigo hijos Míos, en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesús y en el de Mi Santo Amor del Espíritu. Mis
Ángeles, todos, os acompañen en vuestras vidas ahora y siempre, por toda la Eternidad.
HOMILIA:
Sabemos que Dios nos quiere, nos protege y nos guía por nuestro destino. En la Biblia, los ángeles son presentados a la gente como los mensajeros de Dios, para ayudarnos a que llevemos a cabo los planes de Dios. El arcángel Miguel es mencionado en el último libro de la Biblia como el ángel que se encarga de la lucha contra el poder del mal y quien llevar el trabajo de Dios y Cristo para superar todo mal. Gabriel es el mensajero de la Anunciación; Rafael es el ángel compañero y el sanador en el libro de Tobías.
Los Ángeles, son de hecho, la prueba de el amor de Dios que nos guía y se ocupa de nosotros. Hoy tampoco podemos olvidar a las muchas personas que nos ayudan y guían de muchas maneras con su amor y cuidado. Ellos también, son, por así decirlo, los ángeles de Dios para nosotros.
Sabemos que Dios nos quiere, nos protege y nos guía por nuestro destino. En la Biblia, los ángeles son presentados a la gente como los mensajeros de Dios, para ayudarnos a que llevemos a cabo los planes de Dios. El arcángel Miguel es mencionado en el último libro de la Biblia como el ángel que se encarga de la lucha contra el poder del mal y quien llevar el trabajo de Dios y Cristo para superar todo mal. Gabriel es el mensajero de la Anunciación; Rafael es el ángel compañero y el sanador en el libro de Tobías.
Los Ángeles, son de hecho, la prueba de el amor de Dios que nos guía y se ocupa de nosotros. Hoy tampoco podemos olvidar a las muchas personas que nos ayudan y guían de muchas maneras con su amor y cuidado. Ellos también, son, por así decirlo, los ángeles de Dios para nosotros.
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