domingo, 12 de septiembre de 2010

Errores en las Profecías

  




Conforme se han venido cumpliendo algunos signos y señales profetizados en las Sagradas Escrituras y en algunas Apariciones de la Santísima Virgen, se ha hecho costumbre el transmitir mayormente a través de internet mensajes y revelaciones privadas de un sinnúmero de videntes, cuyo origen no queda siempre debidamente autentificado, lo que de por sí causa mucha desconfianza; pero lo más grave es que comparten mensajes que en apariencia corroboran el auténtico mensaje del Cielo y las distintas profecías de la Sagrada Escritura, sin embargo están llenos de imprecisiones y desaciertos teológicos que lo único que provocan es más confusión, y lo más importante, desviar el propósito fundamental del Mensaje de la Santísima Virgen.

En efecto, con más frecuencia se transmiten por correos electrónicos mensajes sobre la profecía del Aviso, el Secreto de Fátima, el Anticristo, la aparición pública de Henoc y Elías, la Gran Tribulación, los “días de oscuridad”, el Microchip, el Gobierno Mundial, los Iluminati, y un largo etcétera, que como dije anteriormente, no pasan por ningún tipo de discernimiento y con ello se filtran aciertos y desaciertos, luces y oscuridades, que van creando cada ves más confusión para el lector en general, pues llegan ya los tiempos en que cada día será más difícil poder discernir lo que es de Dios de lo que no lo es, o lo que tiene sólo un origen humano, o lo que es peor, un origen diabólico.
Además de lo anterior, estamos también asistiendo a una gran proliferación de profecías paganas y esotéricas relativas a la llegada del 2012, fenómenos astronómicos, anuncios de fin de un ciclo o periodo, y el despertar de un nuevo amanecer para la humanidad, con conceptos ecológicos y cósmicos sobre la naturaleza y la creación, y todo ello aunado a la distorsión sobre el orden natural que han venido legalizando no pocos países en el mundo. Y como se ha dicho, en todo esto siempre hay un fondo o semillas de verdad que exige un conocimiento y discernimiento de los tiempos y de las profecías a la luz de la fe. No se trata nada más de reenviar y mandar mensajes “sin ton ni son”, sino que hay que ser asertivo en la formación de lo que se envía para luego no ser causa de deformación para los demás.
Así pues, tenemos que matizar algunos aspectos sobre diversas profecías:
Sobre el Gran Aviso de Dios. Respecto a este punto hay dos errores muy frecuentes. Primero, anunciar que es inminente. Se ha venido diciendo desde el 2005 que será ese año, en la Cuaresma, en la Navidad, etc. y así ya han pasado 5 años, sin tomar en cuenta que el Gran Aviso de Dios o también conocido como el Día de la Iluminación de las Conciencias, ocurrirá en medio de un gran caos mundial, y cuando hayan ocurrido ya ciertos eventos precisos, y más específicamente, el cisma de la Iglesia. Por tanto, mientras esto no ocurra, no tendrá lugar el Aviso, que por lo demás vendrá al mundo cuando la situación esté en su peor momento, tanto política, como económica, social, moral, natural y religiosa.
También hay que precisar que el Aviso no está asociado, como algunos mensajes lo afirman, a eventos catastróficos. Es exclusivamente un evento de orden espiritual e interior para todo ser humano en la Tierra, aunque ciertamente iniciará con un evento cósmico pero que no traerá aparejada la muerte, a menos que sea de la impresión, del shock.
La Aparición del Anticristo. Se afirma que si ya está por aparecer, que si Maitreya, o algunos de los actuales personajes políticos actuales de la esfera mundial. Pues ni lo uno ni lo otro. Volvemos a aclarar que el nombre genérico de Maitreya no es el nombre del Anticristo. Es decir, Maitreya es un nombre muy antiguo del Budismo y que encubre el nombre del quinto Buda que habrá de manifestarse próximamente dentro del budismo, como ha habido muchos. Los personajes a los que se les ha atribuido el título o mote de Maitreyas, no son el último Anticristo; a lo sumo, serán falsos Cristos.
Asimismo, el Anticristo no tiene nada que ver con los actuales políticos; éstos son, a lo mucho, profetas o precursores del Anticristo. Porque el Anticristo será un ser que tendrá el poder total del Dragón o de Satanás (Ap. XIII) y que asimismo, entre otras cualidades, tendrá la de “poder violar la ley natural”, por lo que no se sujetará a ella, a diferencia de Jesucristo quien sí se sometió a la misma. Esto quiere decir que puede nacer en el 2012 y, para el 2020, aparecer como de 40 ó 50 años
Y en todo caso, el Anticristo no puede manifestarse en escena pública hasta que no llegue a su clímax la apostasía; hasta que no tenga lugar el cisma de la Iglesia; hasta que no sea “removido” el último Papa Romano, el último de la lista de Papas Romanos (II Tes 2, 7); y hasta que no tengan lugar grandes catástrofes y desastres naturales, sociales y económicas en que parezca que ya no hay solución. Será entonces cuando surgirá en escena el personaje “salvador” del Anticristo, “que hará grandes prodigios y milagros engañosos hasta confundir a los mismos elegidos” (II Tes, II), que por lo demás será un campeón de los tan “cacareados” derechos humanos, y con la señal de que nacerá de una falsa virgen, una mujer que después de haber sido de muchos hombres, y ex religiosa, se presentará ante el mundo con una especie de virginidad, pero que será falsa, una “virgen de tinieblas”.
También vale decir, que se andan transmitiendo mensajes “dizque marianos” que descalifican al actual Papa Benedicto XVI, endilgándole el mote del Falso Profeta, que anuncia el Apocalipsis en su capítulo XIII, lo cuál es un disparate completo y que revela su claro origen diabólico.
La Segunda Venida de Cristo. Otro de los temas que conllevan mucha confusión es el de la Segunda Venida de Cristo. Ciertamente éste es dogma de fe y probablemente el más importante de todos, pero su realización está envuelta en un gran misterio. No es exacto lo que se afirma por ahí de que la Segunda Venida de Jesús (como hasta ahora lo ha explicado la Iglesia) que descenderá físicamente de las nubes del cielo, rodeado de sus ángeles y sus santos, donde “todo ojo lo verá”, vaya a tener verificativo ahora, en los próximos años, pues este evento, como lo estamos detallando, sólo ocurrirá al fin de la Historia de la humanidad, poco antes del Juicio Final, donde el Señor Dios pondrá a su derecha a “los benditos de su Padre” y a la izquierda a “los malditos merecedores del fuego eterno”.  
Lo que en realidad pone fin al Misterio de la Iniquidad del que habla San Pablo es la llamada Parusía o Manifestación del Señor, que con su resplandor pondrá término a toda la terrible tribulación pavorosa que desencadenará el último y personal Anticristo, para inaugurar en la Historia precisamente la llamada Parusía, que será un período largo e indeterminado de tiempo en la Tierra donde se cumplirán un sinnúmero de profecías bíblicas, y donde el bien se impondrá sobre el mal; será un tiempo de gracia, belleza, armonía, santidad, justicia y paz, donde Cristo Jesús tendrá el escenario histórico en el que se proclamará y será reconocido como Rey de reyes y Señor de señores. Pero en este tiempo no estará Jesucristo físicamente como ya lo estuvo hace 2,000 años, aunque su presencia espiritual se palpará y se sentirá por todo el orbe de la Tierra, sin dejar de admitir que puedan darse – y de hecho se darán – esporádicas manifestaciones visibles, como las que tuvo exactamente igual en esos 40 días que siguieron a su Resurrección, antes de su Ascensión gloriosa a los cielos.
En fin, que es un tema complejo que no puede profundizarse en un artículo, pero que al menos erradica la idea errónea de que el Señor Jesús ya está listo a volver físicamente y que estará viviendo entre nosotros durante mil años o el tiempo que dure su Reinado en la Tierra. Esta postura llevada al extremo está condenada por la Iglesia y se conoce como Milenarismo o en griego Kiliasmo. Lo que está cerca de tener lugar es la Parusía del Señor, donde se inaugura Su Reino en la Tierra, y al final de la Parusía, tendrá lugar el último acto, que será su Manifestación Gloriosa y visible para todos. La Segunda Venida de Cristo es parte de Su Parusía, pero la Parusía es un concepto mucho más amplio e históricamente más extenso.
Protecciones físicas y naturales. También existen cualquier cantidad de mensajes y revelaciones que pululan por ahí de que busquemos refugios, guardemos velas y uvas benditas, y demás protecciones ante todo lo que va a venir y poniendo énfasis en los días de tinieblas y en cerrar ventanas y puertas, y no salir a la calle ante ese acontecimiento, y cuidar a los animales, etc., lo cual es distorsionar la esencia y prioridad del Mensaje de la Santísima Virgen, invirtiendo lo prioritario por lo secundario. No es así. Lo que la Madre de Dios nos pide como plan A1 es la conversión a través de una vida de oración y sacrificio intensa; práctica de la penitencia y el ayuno frecuente; así como la participación de los sacramentos, particularmente la Eucaristía; y que todo esto nos lleve disciplinadamente a una vivencia de las virtudes, real y auténtica, para de esta forma contribuir al proyecto de la Madre de Dios, tanto de formar Apóstoles de los Tiempos, así como la realización y edificación de una Nueva Comunidad en el Reino de Cristo en la Tierra. Y todo lo demás se nos dará por añadidura, asegurándose el Cielo de que sepamos qué hacer y a dónde ir ante los desastres terribles que se avecinan. O sea, que nosotros mismos debemos ser esos aposentos que el cielo está pidiendo que edifiquemos en la Tierra, con nuestra entrega y vivencia diaria llena de fe profunda.
El Secreto de Fátima. Finalmente, se está mandando también una información sobre el Secreto de Fátima que verdaderamente hace una mezcla de todo e involucra a varios secretos de diversas apariciones, poniendo mucho énfasis en un catastrofismo terrible que incluye un terremoto de 8 horas sin parar en todo el mundo de 10 grados en la escala de Richter, y que éste sería el contenido del Secreto de Fátima. Pues este mensaje así difundido es falso, aunque pueda tener elementos de verdad, ya que la esencia de Fátima es el anuncio de la apostasía que vendría al mundo y particularmente al interior de la Iglesia, tal y como lo vemos hoy en día; y también el asunto concerniente a la Consagración de Rusia y a su posterior Conversión con todo lo que ello implica, así como las consecuencias que vendrían ( y vendrán) al mundo y a la Iglesia por el desacato al mensaje de Fátima por parte de algunos pastores de la Iglesia.
En fin, son temas amplios y complejos pero que esperemos que estas reflexiones contribuyan a aclarar esta andanada de mensajes y mensajes de los cuales podemos asegurar que la mayoría no vienen de Dios.
Luis Eduardo López Padilla
11 de Septiembre del 2010


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