DICTADO NUM 26 “A
DIOS LO QUE ES DE DIOS” 30-4-12
Junto con el Padre
y el Hijo Yo, Espíritu de Dios, vivo en estrecha unión. Yo, Espíritu de Dios,
os hablo.
Adentraos, hijos de
Dios, en el Misterio sublime y único de la Santísima Trinidad ,
que aunque no lo entendáis, gustad de El y del amor infinito que Nos
profesamos, porque hijos, ese amor sin igual es el que os santifica a vosotros,
ya que lo derramamos en las almas que Nos aman y que Nos son fieles
constantemente. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
Hoy día en este
mundo materializado que solo se vive por
y para los sentidos, en que las cosas espirituales no cuentan para nada, en
que solo se gusta de lo material, pensar en un Misterio tan trascendental como
éste no se entiende, porque las personas están animalizadas, dominadas por toda
clase de concupiscencias, entregados y
esclavos del vicio y deciros que penséis en el amor sublime e infinito que
las tres Personas Divinas Nos profesamos, es algo que no solo no entendéis,
sino que os produce rechazo, porque quienes viven al ras del suelo no pueden
entender los altos vuelos de la mística y, hasta se mofan de estas cosas que
creen que son cuentos de curas e invenciones de la Santa Madre Iglesia.
¡Oh hijos de Dios!
que dimensiones tan terribles ha tomado el pecado, es el rey de esta sociedad,
impera en todos los colectivos y almas de todas las edades. El mundo es un
verdadero estercolero, pero vosotros, hijos de Dios, no pensáis en meditar y gustar de los sublimes
misterios de vuestra fe. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
Pero ¡ay de quien
desperdició su fe católica para darse a toda clase de bajezas! ¡Ay de ellos! Porque
cada cual recogerá según su siembra y, el pecado no puede tener frutos buenos,
por tanto, estad preparados para toda clase de tribulaciones personales, que
muchas, muchas serán consecuencia de vuestros malos pasos y de vuestro rechazo
a Dios Altísimo. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
¡Ay de vosotros
sacerdotes! que vivís cómodamente en vuestras butacas y nos os preocupáis de la
salvación de las almas, ni siquiera las que tenéis encomendadas. ¡Ay de
vosotros! Vosotros que no perdéis los programas de TV y leéis las noticias pero
no os importa nada que en vuestras Parroquias haya moribundos, algunos de vida
censurable y no les habláis de Dios y de Sus juicios y de la confesión de los
pecados. ¡Ay de vosotros! Como malogréis la salvación de las almas, os digo que
la justicia de Dios se hará notar incluso en esta vida placentera que vivís,
porque quien es mal pastor para las almas, sus propias ovejas lo despedazaran
en el juicio de Dios. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os advierto. Paz a todo
aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.
Eslabones del Sagrado Corazón.
Apartado 1.027 23.080 Jaén (ESPAÑA)
MAIL: peterpangris@yahoo.es
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