miércoles, 24 de agosto de 2011

La purificación de todo lo creado se dará, porque por causa del Pecado Original todo fue afectado, lo visible y lo invisible.




Fuente:
http://www.diospadresemanifiesta.com/index.php?option=com_content&task=view&id=821&Itemid=108





La Luz del Espíritu Santo os ilumine para que no flaqueéis en vuestros últimos momentos.
Rosario vespertino
Temas:
  • La purificación de todo lo creado se dará, porque por causa del Pecado Original todo fue afectado, lo visible y lo invisible.
  • Todo se tiene que dar y se dará en el Amor, en el sacrificio, en la entrega, Yo Me di por vosotros, ahora es vuestro tiempo.
  • Vuestro corazón se ha endurecido y porque se ha endurecido, os falta Caridad hacia vuestro prójimo.
  • Buscad pues, Mis pequeños, que se os alabe en el mundo del más allá y no en el de acá, que solamente os lleva al error, a la soberbia y a la separación de Mi Corazón.
  • Os pido que pidáis que la Luz del Espíritu Santo os ilumine para que no flaqueéis en vuestros últimos momentos aquí en la Tierra.

Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: La purificación de todo lo creado se dará, porque por causa del Pecado Original todo fue afectado, lo visible y lo invisible.
(Lenguas…) Hijitos Míos, la purificación de todo lo creado se dará, porque por causa del Pecado Original todo fue afectado, lo visible y lo invisible.
Mis pequeños, tenéis la Iglesia fundada por Mi Hijo Jesucristo, no hay nada más bello que podáis tener, en Mi Iglesia y todo lo que pueda salir de ella, porque es Mi Presencia Viva entre vosotros, pero ciertamente la maldad de satanás la ha afectado, la ha ensuciado.
No tenéis ahora lo que es la verdadera Iglesia que debéis vivir y seguir. Ciertamente ella será purificada, junto con toda la Humanidad, quedará en una pureza tal, que vosotros os asombraréis de lo que veréis después de que tengáis Mi Iglesia purificada y santificada entre vosotros. Orgullosos estaréis de tenerla tal como fue creada y la cuidaréis, Mis pequeños, como piedra preciosa.
Orad mucho, Mis pequeños, para que se dé ya esta purificación, vosotros, los que estáis Conmigo, vosotros, los que anheláis tener nuevamente las bellezas que fueron creadas para que vosotros gozarais, porque sois Mis hijos y Yo consiento a aquellos que son Míos y que respetan lo que es Mío.
Ciertamente, ahora, en este tiempo, aquellos que debieran respetarla, aquellos a los que se les dio este ministerio de cuidarla, no están ni ellos mismos respetándola.
Orad mucho por ellos, Mis pequeños, por Mis ministros, sacerdotes, muchos de ellos ya no Me aman, ya no respetan lo que debe ser la verdadera Iglesia, han perdido el Amor. Ya no acuden a ella para recibir todos los dones que debéis tener y principalmente ellos, que los deben tener, para guiar a Mi pueblo, a todo el pueblo, que es la Tierra entera.
Ciertamente veréis cosas dolorosas a vuestro alrededor cuando empiece esta purificación de Mi Iglesia, pero ya os he pedido que os mantengáis confiados en que se tiene que dar esta purificación y que veréis cosas tremendas pero de todo ello saldrá un bien supremo, un bien Divino, que es Mi Presencia total entre vosotros y esto lo gozaréis, Mis pequeños, los que Me amáis y los que estáis luchando para que esto se dé nuevamente sobre la Tierra.
Os amo, Mis pequeños y mantened en vuestro corazón este deseo grande de ver Mi Iglesia purificada y santificada entre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre, 
Sobre: Todo se tiene que dar y se dará en el Amor, en el sacrificio, en la entrega, Yo Me di por vosotros, ahora es vuestro tiempo.
Hijitos Míos, entre los primeros cristianos se vio el sacrificio, primeramente, el sacrificio de donación, para buscar nuevas almas que se adhirieran a Mí, Mis pequeños. Muchos sufrieron, muchos murieron por traerMe almas, para que vivieran en la Verdad, para que vivieran en Mi Amor.
Estos tiempos, Mis pequeños, van a ser como esos primeros tiempos, ya que vosotros, siendo apóstoles de estos tiempos, también Me atraeréis almas, oraréis por ellas, protegeréis a otros de vuestros hermanos, buscaréis que tengan vida, pero esa vida que vosotros daréis y que buscaréis. A muchos de vosotros os traerá muerte física, mas no la espiritual.
Gracias a ello, vuestra santificación estará asegurada y el Reino de los Cielos, eterno para vosotros, así que no temáis, Mis pequeños, todo se tiene que dar y se dará en el Amor, en el sacrificio, en la entrega, Yo Me di por vosotros, ahora es vuestro tiempo, pero vosotros contáis con Mi ayuda, con Mi protección, pero sobre todo con Mi Fortaleza. Os he dicho que Yo tomaré los dolores, os daré ésa Fuerza Espiritual que doblegará el dolor físico para que vosotros deis un ejemplo santo ante vuestros hermanos cuando seáis llamados a la prueba.
Gozaréis en la prueba, a pesar del dolor, si es que hay alguno, porque os he dicho que Yo lo tomaré, pero gozaréis, Mis pequeños, porque en el momento de la prueba, (Lenguas…), estaré con vosotros, tomándoos de la mano, cubriéndoos con Mi Gracia, gozando con vosotros el momento de la partida, para presentaros eternamente Conmigo y para que os dé el Abrazo del gozo eterno.
Bendigo vuestro apostolado, Mis pequeños, bendigo el amor con el que estáis llevando vuestra misión.
Venid a Mí, Mis pequeños, para que Yo os dé lo que necesitaréis en estos tiempos de misión final para varios de vosotros, pero os pido, a todos vosotros, que oréis de corazón, como ya os he pedido, tanto para vosotros mismos, como para vuestros hermanos alrededor de la Tierra, que están llevando la misma misión que vosotros. Estáis llamados a una misión bellísima, grandísima, la salvación de las almas.
No os imagináis, Mis pequeños, cómo pago Yo, vuestro Dios, el sacrificio que hacéis con vuestra donación el tiempo que dais para salvar almas, para traérMelas a Mi y Yo las pueda salvar eternamente. Cuando estéis en el Reino de los Cielos os daréis cuenta de ésta realidad tan bella y tan grande y es cuando vosotros mismos gozaréis, junto Conmigo, el bien que hicisteis para vuestros hermanos.
Os bendigo, Mis pequeños y os atraigo a Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer MisterioHabla Dios Padre,
Sobre: Vuestro corazón se ha endurecido y porque se ha endurecido, os falta Caridad hacia vuestro prójimo.
Hijitos Míos, os pido Me pidáis que os dé la sensibilidad espiritual. La habéis perdido, Mis pequeños, porque satanás se ha encargado de mostraros crudamente, una realidad que ahora estáis viviendo en lo humano, que os ha quitado esa sensibilidad, esa delicadeza espiritual.
Veis todos los días escenas crudas, groseras, malas y os habéis ya acostumbrado a ello. Veis asesinatos, pero asesinatos en forma cruel, veis cómo son afectados Mis pequeños hijitos y ya lo tomáis como cosa de todos los días. Tanto mal que veis a través de los medios de comunicación que, desgraciadamente, ahora ya lo tomáis como natural, como normal, como noticia de todos los días y eso ha hecho que se forme una costra alrededor de vuestro corazón. Ya no tenéis un corazón sensible, bello, un corazón que busque por el bien de vuestros hermanos y por vuestro propio bien. Ya no se mueve vuestro corazón a esa sensibilidad de ver por la necesidad del prójimo.
Si Yo permito, en un momento dado, que estéis viendo esta crudeza, esta maldad, es para que inmediatamente volquéis vuestro corazón hacia la oración, hacia la intercesión, hacia el pedir a Mi Sacratísimo Corazón, que cambie todos esos corazones, que se han volcado hacia la maldad, hacia el satanismo, para que vuelvan a Mí, para que se arrepientan de sus pecados, para que no sigan destruyendo a sus hermanos, que es un pecado gravísimo ante Mis Ojos.
PedidMe  pues, Mis pequeños, que volváis a tener ése corazón de niño que se mueve en misericordia por ver el pajarillo muerto, por ver la abejita que se ahogó, por ver el gusanito que quedó aplastado por la pisada de un adulto que no lo vio. Esa sensibilidad en vuestra mirada es lo que necesito de vosotros, Mis pequeños, para que os deis cuenta de la realidad a la que os está llevando satanás, que ha endurecido vuestro corazón, que al endurecerlo ya no brota oración de vuestro corazón hacia vuestros hermanos y hacia vosotros mismos.
Meditad esto, Mis pequeños y os daréis cuenta que es una realidad, que vuestro corazón se ha endurecido y porque se ha endurecido, os falta Caridad hacia vuestro prójimo.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Buscad pues, Mis pequeños, que se os alabe en el mundo del más allá y no en el de acá, que solamente os lleva al error, a la soberbia y a la separación de Mi Corazón.
Hijitos Míos, satanás llevó a vuestros Primeros Padres a alejarse de Mí, de Mi Voluntad. Los llevó a buscar el vivir totalmente apartados de Mí, haciéndoles creer que podían vivir con sus fuerzas, con sus capacidades, pero cuando se dieron cuenta de su error, ya era demasiado tarde.
Esto se ha venido dando por los siglos, Mis pequeños, en donde el hombre se siente fuerte, ya sea por su fuerza muscular, ya sea por su poderío económico, ya sea por su poderío político, ya sea por ser jefes de grupos, de tropas, y así, el hombre, buscando una protección particular, se siente que puede tener todo y se siente que sin Mí puede lograrlo todo, y no es así, Mis pequeños, porque tarde se da cuenta de que toda esa fuerza en la cual contaba, se pierde, se queda solo y aquellos que antes, supuestamente, lo protegían y le daban su apoyo, le dan la espalda, o lo material, con lo cual contaba, lo pierde y se queda solo.
Mis pequeños, tantas veces que os he dicho que sin Mí no valéis nada, sois como un granito de arena, no sois nada. Mi Amor, Mi Ternura, es lo que hace que valgáis ante Mis Ojos, Yo os he creado y para Mí, valéis mucho, porque sois Mi creación, pero en sí, vosotros, por vuestros méritos y capacidades, no valéis, Mis pequeños, estáis demasiado limitados y no porque Yo os haya creado así, porque Yo no os creé así como ahora estáis, sino porque vuestros Primeros Padres perdieron todo lo que tenían, por eso, por haberse alejado de Mí, estáis así, Mis pequeños, por el Pecado y por vuestra soberbia.
Cuando vosotros, en humildad, os acercáis a Mí y os soltáis totalmente a Mi Voluntad, es cuando empezáis a valer mucho, porque ya es Mi Presencia en vosotros, ya no estáis contando con vuestras propias fuerzas, ya lo que sale de vosotros ya no es vuestra voluntad, sino la Mía, os volvéis instrumentos valiosos de Mi Voluntad. Es cuando empezáis a valer ante Mis Ojos y ante los ojos de vuestros hermanos.
Entended bien esto, Mis pequeños, porque mientras más os alejéis de Mí y os sintáis poderosos, sin Mi Presencia en vosotros, menos valdréis. En cambio, cuando vuestra voluntad es apartada de vuestro ser y dejáis que Mi Voluntad tome el lugar principal en vuestra vida, es cuando valéis y empezáis a ayudarMe en lo que debéis ayudarMe, Mis pequeños, que es en la salvación de las almas de vuestros hermanos y para que Mi Reino se dé ya sobre la Tierra.
Os he explicado tanto esto, Mis pequeños, pero vuestra soberbia os sigue llevando a ese alejamiento de Mi Voluntad en vosotros. Queréis ser algo ante el mundo, queréis ser alguien, a quienes aplaudan, que digan: “miren ahí esta él, sigámoslo”. Queréis sobresalir y por ahí no es el camino que debéis seguir. Buscáis fama, fortuna, queréis ver vuestro nombre en periódicos o en pancartas, que todos os conozcan y mientras más se vea vuestro nombre ante los hombres, menos valdréis.
El verdadero valor radica en Mi Presencia en vosotros y eso os va a llevar a la humildad, al apartaros del mundo, porque vosotros no fuisteis creados para ser del mundo, vosotros veis con vuestros ojos del cuerpo el mundo que os rodea, pero ahora os pido que veáis con vuestros ojos del alma al mundo real, al cual llegaréis en algún momento de vuestra existencia. Dejaréis vuestro cuerpo aquí y entraréis a vuestra verdadera vida en el Reino de los Cielos y el mundo de allá es mucho más grande y mucho más bello que el que ahora veis aquí.
Buscad pues, Mis pequeños, que se os alabe en el mundo del más allá y no en el de acá, que solamente os lleva al error, a la soberbia y a la separación de Mi Corazón con vuestro corazón.
Buscad pues que sea Mi Nombre el que se nombre mientras estéis aquí en la Tierra. Que vuestra vida, vuestra misión, vuestra causa, sea que todo el mundo Me conozca y no se os alabe a vosotros, sino que se alabe Mi Santo Nombre, ésa es vuestra misión aquí en la Tierra y vuestro premio en el Reino de los Cielos. Cuando dejéis esta vida, entonces, vuestro nombre sí será alabado allá y es cuando gozaréis eternamente por el bien que hicisteis aquí en la Tierra de que Mi Nombre fuera conocido por todos vuestros hermanos y en todos los tiempos.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto MisterioHabla Dios Padre,
Sobre: Os pido que pidáis que la Luz del Espíritu Santo os ilumine para que no flaqueéis en vuestros últimos momentos aquí en la Tierra.
Hijitos Míos, los que estáis Conmigo, debéis estar seguros, sí, Mis pequeños, os repito, debéis estar seguros de vuestra salvación eternaOs pido que pidáis que la Luz del Espíritu Santo os ilumine para que no flaqueéis en vuestros últimos momentos aquí en la Tierra, ya sea de muerte natural o ya sea de persecución.
No temáis, Mis pequeños, ciertamente satanás no quiere vuestra salvación eterna pero, estando Conmigo, debéis saber que conozco perfectamente vuestro interior, os conozco desde que fuisteis creados, conozco perfectamente vuestra vida, conozco vuestros pecados íntimos, vuestras faltas, vuestros errores, los conozco perfectamente y con esto quiero decir que ante Mis Ojos, vosotros, os presentáis desnudos, espiritualmente hablando. No podéis esconder nada, así que no temáis, Mis pequeños en ésos momentos de prueba final, ante Mis Ojos estáis como fuisteis desde el Principio.
Os he guiado, os he aceptado, os he preparado, os he trabajado para que vosotros estéis Conmigo eternamente. Ciertamente no hay almas perfectas, porque todos estáis afectados por el Pecado Original. Aún así, Yo os amo con vuestra alma imperfecta y para eso os he dado tantas Gracias y Bendiciones. Os he dado la Vida entera de Mi Hijo para vuestra salvación, así que no temáis, Mis pequeños, de que os presentéis ante Mí con vuestras imperfecciones, os amo así porque vosotros Me habéis amado. Os quiero de regreso Conmigo al Reino de los Cielos y esto, Mis pequeños, tenedlo siempre presente para que en esos momentos podáis enfrentaros a las fuerzas de satanás y podáis decirle:“mi Padre me ama, aún a pesar de la duda que me quieres meter en mi mente y en mi corazón, yo quiero estar con mi Dios eternamente” y de esta forma, Mis pequeños, vuestra salvación eterna estará asegurada porque estaréis seguros de Mi Amor en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

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